El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que el Plan Español de Activación de la Economía, que presentará mañana en el Congreso, prestará "especial" atención al sector del automóvil. "Vamos a emplearnos hasta donde podamos legalmente para mantener este baluarte de capacidad innovadora y de innovación", dijo el presidente, tras insistir en que las medidas de España se adecuarán al plan que hoy presentará la Comisión Europea para apoyar la industria automovilística del conjunto de la UE.

Esta fue la respuesta que Zapatero dio ayer, en público, al presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, quien, en un acto organizado por el semanario británico The Economist, reprochó al presidente que durante su conferencia previa no hubiera hecho alusión alguna a la grave crisis del sector. Laurent dijo que la industria del automóvil en España representa el 10% del empleo, el 10% del PIB y el 20% de las exportaciones, un peso que comparó con el de la construcción o el turismo. Zapatero dijo que habría preferido guardarse el anuncio de las medidas hasta mañana, una vez se conozcan las adoptadas por la CE. España es el tercer productor de automóviles de la UE y Laurent pidió al presidente que luche para que "no se vayan todas las ayudas (de la Comisión Europea) a Francia y Alemania".

Hoy mismo, Zapatero recibirá al presidente de la patronal de fabricantes de automóviles Anfac para abordar la crisis del sector. Ayer, el ministro de Industria se reunió con representantes de las nueve autonomías productoras de automóviles.

ESTIMULAR LA DEMANDA El presidente del Gobierno adelantó que el Plan Español de Activación de la Economía incluirá un programa a dos años (para el 2009 y el 2010) de inversiones públicas para estimular el empleo y la demanda interna, para lo que no se descarta superar el tope de déficit del 3% del PIB que marca el Pacto de Estabilidad Europeo. Zapatero anticipó que la nueva inversión pública se concentrará en programas de innovación, infraestructuras y energías renovables. Pero también en programas de educación, conciliación de la vida laboral y familiar y ayudas a las personas dependientes ya que, según el presidente, estos capítulos del gasto social inciden directamente en la mejora de la productividad de la economía.

El presidente dijo que España es el país de la UE que ha hecho "el mayor esfuerzo en medidas fiscales de apoyo a las familias y las empresas" y "hemos sacado la armada de que disponemos" para sostener el sector financiero. Las rebajas de impuestos a familias y empresas sumarán 16.500 millones este año, a los que se añadirán otros 1.800 por la supresión del impuesto del patrimonio, "casi el 2% del PIB", calculó el presidente. El presidente se mostró contrario a intervenir en la economía. "Intervenir lo justo", dijo. "Descreo del proteccionismo", añadió.