El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunirá con el presidente del BBVA, Francisco González, probablemente el próximo 17 de setiembre, fecha en la que el político y el banquero coincidirán en la clausura de un seminario, que patrocina el banco vasco y organiza Abc . Zapatero ha confirmado que cerrará el encuentro. La convocatoria podría aprovecharse para abordar asuntos de mayor calado, entre los que destaca la evolución de las empresas privatizadas en las que el banco tiene participaciones y el relevo en las cúpulas directivas.

La actitud de González con respecto al Gobierno de Zapatero es un elemento clave, una vez que los socialistas han decidido poner en marcha el relevo, seguro y pausado, al frente de las antiguas empresas públicas. El BBVA y La Caixa forman el "núcleo duro" de accionistas de Telefónica y Repsol. Sin la colaboración de ambas entidades, será difícil abordar los cambios en la presidencia de las privatizadas.

MANTENER LA SINTONIA "No existe ningún banco que se enfrente al Gobierno de su país, si lo que éste expone es sensato --explican fuentes del BBVA--. González, ante todo, es un pragmático, que piensa en los intereses del banco y de sus accionistas. Si el Gobierno plantea un relevo sensato y profesional, puede contar con el BBVA".

El presidente del banco vasco, que llegó al cargo a partir de la privatización de Argentaria, y tras fusionarse el banco público con el BBV, es amigo personal de alguno de los presidentes de las empresas privatizadas, como es el caso de Manuel Pizarro (Endesa) y de César Alierta (Telefónica). El caso del presidente de Repsol, Alfonso Cortina, es distinto. Cortina era consejero del BBVA cuando estalló el escándalo de las cuentas secretas de Jersey y González le pidió que abandonara el consejo.

Mientras que las relaciones de González con el ministro de Economía, Pedro Solbes, son correctas y amables, el presidente del banco no olvida que el principal asesor económico de Zapatero es Miguel Sebastián, exdirector del servicio de estudios del banco. La relación entre González y Sebastián salió malparada por las filtraciones y el uso que Sebastián hizo del servicio de estudios.