El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que el Gobierno "no escatimará esfuerzos" para reforzar las dos principales coberturas del Estado del bienestar: las prestaciones por desempleo y el sistema de pensiones.

En estos momentos de crisis son más indispensables que nunca las políticas sociales, explicó Zapatero durante la visita a una exposición sobre los 100 años del Seguro. Esta intención del Gobierno no se dirige únicamente a mantener el nivel actual de cobertura del desempleo --el 66% de todos los parados-- sino "en la medida de lo posible, a mejorarla". El presidente recordó que hay dos millones de personas que cobran la prestación y que esta subió más de un 20% desde el 2004, hasta situarse en 819 euros de media.

Dado que el presupuesto de los servicios públicos de empleo no solo se limita a sufragar el seguro de paro sino que financia con 5.200 millones las políticas activas (formación y orientación para la búsqueda de empleo) "el Estado se encargará de garantizar la financiación de las prestaciones por desempleo", afirmó.

De esta manera, el jefe del Ejecutivo también apuntó que la mejor forma de garantizar el sistema de pensiones es ir adaptándolo a los futuros cambios demográficos, como se hizo en la anterior etapa del diálogo social, cuando se introdujeron reformas en la contributividad y se incentivó la prolongación de la vida laboral.

De nuevo, Zapatero apeló a la negociación con los interlocutores sociales y a la discusión de los partidos políticos en la subcomisión parlamentaria del Pacto de Toledo para que se establezcan las bases de la Seguridad Social del futuro.

Por el momento, el presidente renovó su compromiso de subir las pensiones mínimas un 6% en el 2009. A pesar de este gasto, el Gobierno prevé para el año que viene un superávit en la Seguridad Social equivalente al 0,8% del PIB y aportar otros 8.000 millones más al Fondo de Reserva del Seguro.