El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que la economía "está a punto de registrar datos intertrimestrales positivos", que es tanto como pronosticar que, oficialmente, España está a punto de salir de la recesión, igual que ya han hecho Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos. "Nos incorporamos algo más tarde a la recesión y saldremos algo más tarde de ella", admitió en un foro sobre la economía española organizado por el semanario británico The Economist.

Según el presidente, "todo apunta que el ritmo de la recuperación se va a acelerar, pero hemos de seguir siendo cautos", remató. Sobre todo porque habrá que esperar más tiempo para que la recuperación llegue a las cifras del empleo. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, más prudente, prefirió subrayar que la "debilidad" del sector inmobiliario y el elevado endeudamiento de las familias y las empresas continuarán siendo un "lastre" para la evolución económica en el 2010.

LA HORA DE LOS CAMBIOS El presidente Zapatero explicó que una vez iniciada la recuperación, es el momento de abordar las reformas que, en su opinión, conducirán a la economía española hacia un nuevo modelo de crecimiento, menos dependiente de la construcción. De ahí, la nueva ley de economía sostenible, un compendio de múltiples reformas cuyo anteproyecto aprobará el Consejo de Ministros este viernes, junto a una estrategia de actuaciones con el 2020 como horizonte.

Camino aparte seguirán las reformas en el mercado laboral. El jefe del Ejecutivo expresó su convencimiento de que se abrirá una ronda de negociación tripartita --entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos-- que podría dar resultados "en el primer trimestre del 2010".

La ministra Salgado abogó por cambios en la negociación colectiva que faciliten a las empresas afrontar momentos de dificultades sin tener que acudir al despido, sino a través de ajustes de horarios o salarios. En todo caso, Salgado quiso dejar claro que "dada la debilidad de la demanda interna en nuestro país, no seré yo quien aconseje una rebaja generalizada de los salarios".

La ley de economía sostenible abordará algunos cambios en el sistema financiero --relacionados con el gobierno de las entidades y criterios prudenciales en las retribuciones de sus directivos--, pero la reestructuración del sector seguirá su propia vía. Zapatero confió en que "de aquí a la primavera" hayan finalizado los procesos de fusión necesarios. La vicepresidenta Salgado admitió que "las interferencias políticas" están retrasando el proceso y que ello puede acabar haciéndolo más costoso.

Lo que sí incluirá la ley de economía sostenible son reformas frente a la morosidad que sufren las empresas tanto del sector público, como entre sí. "Se hará un esfuerzo para que la reducción de la morosidad de las administraciones locales y auto- nómicas sea un hecho, con instrumentos", anunció Salgado.