Los jefes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y Francia, Dominique de Villepin, propusieron ayer la creación de "grandes consorcios europeos", similares al proyecto Airbus, para asegurar la fortaleza del sector europeo de la energía en una economía globalizada. Los dos mandatarios, que se encuentran en el ojo del huracán por sus intentos de bloquear la entrada de compañías energéticas extranjeras en grupos nacionales, defendieron una política sectorial europea basada en fusiones "amistosas" y que garantice la seguridad e interconexión entre países mediante el "diálogo" y el "juego justo".

OFERTAS POR ENDESA Y SUEZ Zapatero y Villepin lanzaron estos mensajes en una rueda de prensa conjunta, durante un alto en el encuentro que mantuvieron en la Moncloa. Fue una reunión marcada por las agitaciones que vive el sector energético europeo. El español pretende evitar la toma de control de Endesa por la alemana E.ON en lugar de Gas Natural, que tiene el visto bueno del Ejecutivo. El Gobierno francés intenta frenar la OPA de la italiana Enel sobre la compañía privada Suez alentando la fusión de ésta con la pública Gaz de France.

Los dos líderes insistieron en citar el proyecto de Airbus --en el que participan el Reino Unido, Alemania, Francia y España-- como modelo a seguir en el sector energético. "Europa ha sabido hacer cosas bien en muchos sectores de gran importancia, como lo que representa Airbus y la colaboración en la industria aeronáutica", dijo Zapatero.

En relación con la OPA de E.ON contra Endesa, aunque sin citarla de modo expreso, Zapatero se mostró partidario de las "alianzas" siempre que se tenga en cuenta que la energía es un sector "estratégico" y que se den las "condiciones objetivas lógicas". Como prueba de que esas condiciones aún no se cumplen, sostuvo que España depende en un 80% del suministro de energía del exterior --primordialmente Argelia y Rusia--, mientras que su abastecimiento eléctrico desde Francia es tan sólo de un 3%.

Ante ese panorama, dijo Zapatero, al Gobierno le corresponde "garantizar el suministro" a los ciudadanos, por lo que insistió en que la política energética de la UE debe basarse en "grandes acuerdos" y no en función de "una u otra coyuntura", en alusión a las acometidas hostiles de unas compañías europeas sobre otras. "Sí a una política energética común, sí a grupos europeos garantizando seguridad e interconexión y, sobre todo, haciendo las cosas como se hacen en la UE, mediante diálogo, juego justo y acuerdos", sentenció, tras negar que su actitud de rechazo a la OPA de E.ON por Endesa respondiera a afanes proteccionista o a actitudes nacionalistas.

TRES PRIORIDADES Villepin ahondó en la misma idea al defender la "Europa de los grandes proyectos industriales" en el sector de la energía. El primer ministro francés expresó su voluntad de trabajar con España en una estrategia europea que se base en tres grandes prioridades: invertir en infraestructuras de transporte y almacenamiento, conseguir que la UE hable "con una sola voz" y constituir grupos europeos a escala mundial, como se ha hecho de modo "exitoso" con Airbus en el terreno aeroespacial.