El fundador y presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, reconoció este sábado que los avances tecnológicos en inteligencia artificial obligan a los estados a incrementar los controles y regulaciones para evitar que los derechos individuales se vean afectados. Pero remarco que "hay que entender la necesidad de buscar el equilibrio entre seguridad y desarrollo tecnológico". En pleno cerco de las autoridades de Bruselas a la política impositiva de la multinacional, Zuckerberg mostró en la Munich Security Conference (MSC) su imagen más humana y conciliadora, abierta a que las administraciones contribuyan a regular los nuevos sectores del conocimiento.

La conferencia a la que asistieron más de 500 líderes de opinión de todo el mundo y retransmitida en directo, resaltó la situación de «decadencia del proyecto occidental» que, según el presidente de MSC, Wolfgang Ischinger, supone «un aumento de los desafíos y crisis mundiales que requerirán una respuesta occidental concertada».

Un estudio de la consultora McKinsey para MSC alerta de que Occidente se enfrenta a «un cisma interno entre Europa y EEUU que amenaza la tradicional alianza basada en el compromiso con la democracia liberal y los derechos humanos». Y China tiene las de ganar.

La Munich Security Conference celebrada este sábado pasará a los archivos de la memoria colectiva de los asistentes como el día en que Occidente reconoció abiertamente su decadencia. Con el preludio de la crisis del coronavirus, la suspensión del Mobile de Barcelona y las tensiones comerciales entre EEUU y China, el 'Informe de Seguridad de Munich' presentado por la organización resaltó el estado de 'Westlessness' (debilidad de Occidente) frente a la pujanza de otras zonas del mundo que hace pocos años se consideraban en desarrollo.

Los autores del informe de MSC recuerdan que la pugna tecnológica internacional "nunca estuvo tan estrechamente relacionada con la soberanía de los estados". El estudio realizado por la consultora McKinsey para MSC refleja que Europa ve su posición económica cada vez más puesta en cuestión por otras potencias globales. EEUU sigue a la cabeza pero China avanza rápido, algo que evidencia el surgimiento de gigantes tecnológicos chinos como Huawei, Alibaba, Baidu, Tencent o Xiaomi.

INDICADORES DEL DECLIVE

Según MSC, la amenaza china se traduce claramente en los indicadores macroeconómicos. China casi triplicó su participación en el gasto en investigación en tecnología entre el 2012 y el 2019, explica el informe de MSC, y "el principal desafío para Europa radica en sus desventajas estructurales con respecto a China y EEUU". Entre esas desventajas, el informe de Múnich alude a la fragmentación de los mercados, tanto de capitales como normativos, pero también en materia de impuestos, "que son un obstáculo para el crecimiento rápido de las compañías y dificultan la aparición de superestrellas".

LA CRISIS DEL AUTOMÓVIL

Los expertos reconocen que Europa sigue siendo un líder tecnológico indiscutible en industrias como la del automóvil, al concentrar más de la mitad de la inversión mundial en I+D en ese campo. Pero el automóvil flojea con la electrificación que viene y el informe concluye que "Europa está perdiendo terreno como hogar de empresas líderes en el mundo". Según esos datos, un total de 18 empresas chinas y 13 de EEUU entraron entre las 100 mayores empresas mundiales en los últimos 30 años. En cambio, la proporción de grandes empresas europeas en esa lista se redujo el 50% en dos décadas y en ese periodo ninguna nueva compañía europea llegó a incluirse en esa clasificación. Para los impulsores de la conferencia de Múnich, la única solución es la colaboración público privada para estimular la innovación. Aluden al sector de la seguridad, la defensa y el sector aeroespacial. Según MSC, la amenaza china y las diferencias entre Europa y EEUU pueden tender una alfombra roja al desarrollo de China, aparejado también a otra concepción política de los derechos humanos.