Las 12 bibliotecas que dependen del Ayuntamiento de Badajoz están abiertas desde el pasado lunes, la de Santa Ana, en el antiguo mercado de la Plaza Chica, como cabecera del sistema bibliotecario municipal, las seis de los barrios y las cinco agencias de lectura de poblados. Los centros, según la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, abren de 8.00 a 15.00 horas y solo para recogida y devolución de libros, pues el resto de servicios aún no se prestan, «como medida de prevención de contagios por coronavirus».

Las bibliotecas públicas municipales son las de Antonio Domínguez, Llera, Cerro de Reyes, Pardaleras, San Roque y Santa Isabel, las tres últimas en sus respectivos centros cívicos. Y en las pedanías, las agencias de lectura de Alvarado, Balboa, Novelda, Sagrajas y Valdebótoa, que abren de 9.00 a 14.00 horas, salvo Novelda, que es de 16.00 a 20.00.

También se ha retomado la actividad del Bibliobús, que sale los lunes, miércoles y viernes con diferentes itinerarios por barrios y poblados, de 16.00 a 20.00 horas. Así, el lunes va a la Urbanización Guadiana a las 16.00 horas; a las 17.15 a Alcazaba y a las 18.30 a Gévora. Los miércoles, a las 16.00 a Villafranco del Guadiana, a las 17.00 a Golf Guadiana; a las 18.00 a Cerro Gordo y a las 19.15 a La Pilara, «que se incorporó hace un año; Alcazaba también retomó su actividad y Cerro Gordo», señaló la concejala.

Los viernes va a las 16.00 horas a Las Vaguadas, a las 17.00 a María Auxiliadora, a las 18.00 a Valdepasillas, junto a la nueva sede de la policía local, y a las 19.15 a la Ronda Norte.

Morcillo explicó que en todas las bibliotecas hay gel hidroalcohólico, se ha señalizado la distancias de seguridad y solo se hace préstamo y devolución de libros. Permanecen cerradas las salas de estudio, hemerotecas, videotecas y el acceso a los ordenadores.

ESPERAR PARA ESTUDIAR / «Ayer había gente que está muy acostumbrada a ir estudiar, pero ahora no se permite el estudio en sala, solo pedir libros; y todos los que hay son de acceso libre, con lo cual se pide y será el bibliotecario el que lo coja y se lo dé al usuario». Y «cuando se devuelven, los libros están en cuarentena 14 días», indicó la edil, además de que «cada vez que devuelven un libro se precinta, se le pone una etiqueta con el día de la devolución, se aparta y se le pone la fecha de entrega sumándole 14 días, sabiendo que para entonces el libro volverá a estar en las estanterías, pues no hay método de desinfección de libros; nos pide la Biblioteca Nacional que no se desinfecten, pues el bicho muere en ese tiempo». La norma es que permanezcan sin uso entre 3 y 14 días, «y nosotros hemos optado por el máximo para asegurarnos de que no hay ningún contagio».

Además, se controla el aforo, pues «en Santa Ana, que tiene dos plantas, abajo está el ordenanza, la sala infantil y juvenil, los niños pueden coger libros pero no estar leyendo, ni jugar, porque se han retirado todos los juguetes, los juegos educativos, los lápices, todas las cosas que se puedan compartir se han retirado; y puede entrar gente hasta un tercio de su capacidad; pueden estar en principio un máximo de diez personas en esa sala, pero la verdad es que está yendo poca gente y mantienen la distancia de seguridad», señaló.

Lo que sí está habiendo son muchas consultas telefónicas sobre «hasta cuándo se puede tener un libro, si para ir hay que llevar mascarilla, sobre las medidas de seguridad y cuándo se puede ir a estudiar».

Aún no se sabe cuándo se podrán usar las salas de lectura, «no se contempla en las fases 1 y 2, sí se van a ir abriendo los aforos, como las actividades que se irán ampliando, pero aún no, quizás, si todo va bien, se puedan abrir en junio», dijo Morcillo.

Las demás bibliotecas de la ciudad, la del Estado, Bartolomé J. Gallardo, y la Extremadura en la alcazaba aún están realizando los preparativos para abrir el próximo 25 de mayo con todas las medidas de seguridad necesarias.