La campaña electoral para las elecciones andaluzas del domingo ha entrado en la recta final con la principal incógnita de qué fuerza política será la segunda y encabezará la oposición, porque nadie duda de que el PSOE volverá a ganar después de 36 años al frente de la Junta. Todas las encuestas así lo prevén, mientras que hay más dudas sobre la segunda plaza, aunque en general los sondeos coinciden en otorgársela al PP, con Adelante Andalucía (Podemos) en tercer lugar y Ciudadanos (Cs) en el cuarto puesto.

Si esta clasificación se confirma en las urnas, el PP habrá podido evitar el sorpasso de Cs, al que aspiraba el partido de Albert Rivera. En ese caso, el líder del PP, Pablo Casado, podrá alegar que ha salvado los muebles y asegurar su futuro al frente del partido, lo que se pondría en duda si Cs quedase por delante de los populares. Esta pugna en el seno de la derecha es una de las circunstancias que sitúa a estas elecciones en clave española. La batalla entre PP y Cs quedó reflejada en el segundo y último debate de la campaña que se celebró el lunes ante las cámaras de TVE. Juan Manuel Moreno (PP) y Juan Marín (Cs) se enfrentaron con dureza pese a que de vez en cuando recordaran ambos que su enemigo era el PSOE. En este debate se observó también un mayor grado de confrontación entre la izquierda, con reproches mutuos entre la candidata socialista Susana Díaz y la de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez.

Ninguno de los cuatro candidatos confesó su política de pactos y especialmente si PP y Cs estaban dispuestos a aliarse con Vox, en el caso de que la extrema derecha logre escaños. Pero los líderes del PP y de Cs de ámbito español se han abierto a pactar con la ultraderecha si fuera necesario para desbancar al PSOE, lo que también convierte a las elecciones andaluzas en un test para toda España.

La tercera clave que otorga valor a estas elecciones más allá de Andalucía es el protagonismo que Cataluña está teniendo en la campaña, con los dos partidos de la derecha empeñados en sacar la cuestión catalana venga o no a cuento. Marín lo hizo en el debate cuando se hablaba de temas sociales sin esperar siquiera al bloque sobre política territorial, que estuvo monopolizado por Cataluña. Y, finalmente, el resultado en Andalucía influirá en el momento en que Pedro Sánchez se decida a convocar las elecciones generales si no puede gobernar por la falta de Presupuestos.