Pese a la amenaza real de aplicar en su versión más dura el artículo 155 de la Constitución, que interviene la autonomía de Cataluña, el portavoz del ‘Govern’, Jordi Turull, reafirmó este domingo que las elecciones que podría convocar aún el president Puigdemont «no están sobre la mesa», por lo que hay que suponer que el pleno del ‘Parlament’ que se celebrará previsiblemente esta semana se dedicará a proclamar una declaración unilateral de independencia (DUI) meramente simbólica. Si es así, querrá decir que el independentismo sigue apostando por el cuanto peor, mejor y que despreciará la salida de convocar unas elecciones, reclamada por la mayoría de los catalanes, según la primera parte de la encuesta del GESOP publicada el sábado en este diario. Unas elecciones, además, en las que los independentistas conservarían la mayoría absoluta, según los resultados de intención de voto del sondeo. Dando por supuesto que no se repetiría la coalición Junts pel Sí (JxSí), ERC sería la gran beneficiada, ya que recogería la mitad del electorado de JxSí, mientras que el PDECat solo se quedaría con la quinta parte. Pero la suma de escaños de ERC y la antigua CDC se mantendría, lo que, sumado a los nueve diputados de la CUP, que solo perdería uno, aseguraría la mayoría absoluta. La encuesta refleja con claridad la estabilidad del electorado, ya que los resultados son prácticamente calcados a los de septiembre del 2015, con la única excepción de la subida del PSC, que aumentaría 1,8 puntos y entre 4 y 5 escaños. Ciutadans, ahora el mayor partido de la oposición, seguiría siéndolo, aunque con 3 o 4 escaños menos.

El resultado indica también que los ‘comuns’ no acaban de arrancar, ya que las previsiones son que mantengan el mal resultado de Cataluña Sí que es Pot del 27-S, con apenas un diputado más. El PP mantendría la decena o perdería uno. En las elecciones generales, el dato más destacado sería el ascenso de ERC a costa del hundimiento del PDECat.

La hegemonía de ERC en el espacio independentista es rotunda, aunque se da una cierta paradoja: en cuanto a la valoración de los líderes, Puigdemont supera a Junqueras en medio punto tanto entre quienes se declaran independentistas como entre los votantes de JxSí. Puede deberse a que Puigdemont sea percibido como más próximo a ERC que a su propio partido, el PDECat.