Los ministerios de Defensa y de Transición Ecológica, así como la Junta de Extremadura, desarrollarán una estrategia conjunta y global para erradicar el camalote del río Guadiana que incluye, además, la participación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en las labores de limpieza y extinción de esta planta invasora. Así lo anunció ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura en un comunicado, tratando de dejar claro que su compromiso es firme y demostrando que nos enfrentamos a un problema medioambiental de primer orden que va más allá de una mera cuestión estética. Frente a una actitud inicial tibia y, por consiguiente, contestada por la ciudadanía, la administración autonómica y central han sabido reaccionar lo suficientemente rápido y dar una respuesta contundente a una demanda medioambiental (y también ciudadana) que está atacando al ecosistema propio del río Guadiana. Aunque la actuación de la Confederadión Hidrográfica del Guadiana haya sido importante (y más o menos eficaz) hasta ahora, las condiciones climatológicas han favorecido la proliferación de esta planta invasora de forma espectacular, lo que obliga a las administraciones a adoptar medidas más que excepcionales.