Extremadura dispone de presupuestos para este año y eso, al margen de otras consideraciones políticas y de cálculo electoral, es una buena noticia. Se marca una hoja de ruta que, en este caso, tiene como destino la recuperación económica de una comunidad como la nuestra castigada por la crisis que nos acecha como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Tras dos jornadas de debate en la Asamblea de Extremadura --y pocos cambios desde el origen--, el pleno de la Asamblea aprobó este viernes con la mayoría absoluta del PSOE y el apoyo de Ciudadanos (Cs) los presupuestos de la Junta para el año 2021. Unas cuentas que tienen en consideración el momento excepcional que vivimos y que solo el PP rechazó dado que el cuarto grupo parlamentario con representación parlamentaria, Unidas Podemos, optó por abstenerse.

Combatir la pandemia, proteger a las personas y apoyar la economía y el empleo son a consideración del PSOE los ejes de este presupuesto, que destina siete de cada 10 euros de inversión a políticas sociales. A las cuentas, que se elevan a 6.423 millones de euros (un 7% más), los grupos políticos presentaron 1.163 enmiendas parciales de las que solo 57 salieron adelante, una prueba más de la holgada mayoría con que cuenta el socialista Guillermo Fernández Vara, quien marca claramente quiénes son sus acompañantes.

No en vano, a la hora de llegar a acuerdos solo 4 de las 761 enmiendas presentadas por el PP fueron aceptadas y eso que el contenido de alguna de ellas era muy parecido o similar al de otras de Cs y Podemos que sí fueron aprobadas por el PSOE.

Al término de este debate cabe considerar que cada grupo ha jugado su papel: Unidas por Extremadura, socio de gobierno en Madrid, se aproxima al PSOE pero a la vez marca sus distancias, mientras que Cs adopta un perfil constructivo buscando lugares de encuentro donde sea posible alcanzar el acuerdo.

Haber conseguido, por ejemplo, que los fondos europeos para la recuperación pasen por la Asamblea o que haya una congelación en los sueldos del presidente y sus consejeros pueden venderse como éxito y refuerzan su posición de partido de centro que apoya a las políticas que reviertan en la sociedad vengan de donde vengan.

Pudiera parecer que el PP resulta perdedor cuando, en realidad, no es así. Su tono en general ha sido el adecuado y su estrategia de oposición la acertada. Erigirse en única oposición supone también situarse como alternativa, posición de un partido que aspira a gobernar.