Extremadura inició ayer el camino para aprobar su nueva ley antibotellón en menores. El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura dio luz verde a la nueva normativa, que sustituye a la Ley de 2003 de Convivencia y Ocio, a fin de poder entregarla en la Asamblea e iniciar así su tramitación parlamentaria donde, cabe recordar, el PSOE goza solo de mayoría simple. Mucho ha tardado Extremadura en emprender nuevamente esta reforma viendo los datos que se desprenden de distintos estudios con respecto al consumo de alcohol en menores. Sin embargo, se celebra este impulso y se espera del rigor y el trabajo de los grupos parlamentarios a la hora conformar una norma que ya está altamente consensuada con el Colegio de Educadores Sociales, la Federación de Municipios y Provincias (Fempex), el Consejo de la Juventud y los ayuntamientos de las principales ciudades extremeñas, que desde hace meses vienen practicando ya una política activa de control para evitar el consumo de alcohol en la calle pero requieren quizá de armas que les permitan actuar no solo con sanciones económicas sino con otras medidas que posibiliten la reeducación de los chicos y chicas a fin de entender los trastornos y consecuencias del consumo abusivo de alcohol.