De los 43.400 estudiantes matriculados en los cuatro cursos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en Extremadura, más de 19.500 han terminado el curso con al menos una asignatura suspensa. Esto supone casi la mitad del total de los matriculados en esta etapa, el 44,9% exactamente, que deberán pasar el verano, o parte de él, estudiando para acudir a los exámenes de recuperación de septiembre (los días 3 y 4). Según los datos facilitados por la Consejería de Edudación son, en concreto, 4.747 los estudiantes con alguna materia suspensa en el primer curso de ESO, 5.105 de segundo curso, 5.059 en tercero y 4.609 en cuarto curso de ESO.

La cifra es similar al final de cada curso, aunque el porcentaje se ha incrementado casi tres puntos respecto al año pasado, cuando el 42% (un total de 18.300 alumnos) fue a la repesca de septiembre. «Es un dato superelevado, muy elevado y eso supone un lastre personal y desde el punto de vista profesional, para el alumno que quiera seguir para adelante, es muy duro», valora Ángel Andrés Sáenz del Castillo, vicepresidente de la Asociación Pedagógica Escuela de Verano de Extremadura, un colectivo formado por profesionales de la enseñanza que trabajan en la región y que también lideran la confederación de los movimientos de renovación pedagógica a nivel estatal.

¿Nos estamos acostumbrado al fracaso en esta etapa? «Este nivel de educación tendría que ser verdaderamente obligatorio superarlo. Si la sociedad considera que la ESO es obligatoria, tenemos que poner todos los medios para que eso se supere y no regalando el aprobado, los contenidos fijados hay que superarlos. Sería como si la administración nos impusiera como obligatorio hacer un determinado papel pero luego nos pone tantas dificultades que no lo podemos hacer, eso tiene que arreglarlo la administración», insiste. ¿Cómo? «Tenemos que ponernos de acuerdo todos, si hay que quitar contenidos, modificar la ratio de alumnos, cambiar la metodología o si hay que dar otra formación al profesorado... todo eso habrá que verlo, pero lo que no se puede es mantener un dato de suspensos tan elevado. No se puede mantener en una comunidad como la nuestra tanto fracaso», prosigue.

graduado CON SUSPENSOS /Además, no todos los alumnos que tienen materias suspensas acabarán realizando los exámenes de repesca en septiembre para intentar recuperarlas, ya que es posible promocionar, pasar de curso, con suspensos y sin necesidad de acudir a la convocatoria extraordinaria. Incluso también se permite obtener el título de la ESO sin tener que alcanzar al menos una nota media de 5 en el total del curso.

Se trata, de hecho, de una situación recurrente amaparada por la Ley Orgánica de Educación (LOE) y que no modificó posteriormente la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). La normativa permite en 4º de ESO obtener el título con dos suspensos como máximo, siempre que no sean Matemáticas y Lengua Castellana a la vez, aunque también será condición necesaria la valoración positiva del equipo docente; «que considere que el alumno o alumna ha alcanzado los objetivos de la etapa y adquirido las competencias correspondientes», según una instrucción del 2017 de la consejería. «No se trata de pasar de curso con un suspenso, con dos o con medio, porque el déficit al final sigue estando ahí. Eso no es una solución, es una tapadera», concluye.