Los estudiantes que no hayan aprobado la Evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad (EBAU), selectividad, en junio tienen la repesca de julio en doce comunidades, entre ellas en Extremadura, donde se celebrarán los días 9, 10 y 11 de julio.

Excepto en Andalucía, Aragón, Cataluña y Murcia, donde la convocatoria extraordinaria se mantiene en septiembre, y en Navarra, donde se ha hecho en junio, el resto de autonomías han fijado julio para estas pruebas.

Desde mañana están llamados los alumnos de Castilla-La Mancha (también fueron los primeros en junio), y desde el día 2 los asturianos, valencianos y madrileños.

El miércoles empezarán a hacer la repesca de la EBAU los estudiantes de Castilla y León, Canarias, La Rioja y País Vasco; y el día 4 lo harán los de Cantabria.

Los más tardíos en tener esta segunda oportunidad para la EBAU serán los de Extremadura y Baleares (desde el día 9) y Galicia (día 10).

La EBAU (también conocida en algunas autonomías como EVAU) dura un máximo de cuatro días y en las comunidades con lengua cooficial hasta cinco días.

Según la orden que establece Educación son obligatorias las pruebas sobre las asignaturas de Historia, Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera y la materia troncal de la modalidad elegida, que varía según la rama de Bachillerato cursada.

Sin embargo, el que las preguntas de los exámenes sean diferentes por comunidades así como la forma de corregir, por ejemplo, las faltas de ortografía, ha llevado a muchos estudiantes a movilizarse para pedir una prueba igual para todos y evitar así que, según comentan, haya más facilidades para conseguir mejor nota en algunas regiones.

De hecho, el pasado mes cinco estudiantes han llevado al Ministerio de Educación 180.000 firmas para acabar con la que consideran "injusta" selectividad por ser distinta según cada comunidad.

Algunas autonomías como Andalucía, Castilla y León y Galicia también han instado a una prueba homogénea en toda España para evitar desigualdades.

Partidos políticos como PP y Ciudadanos defienden asimismo una prueba homogénea a nivel estatal y para ello han presentado sendas proposiciones no de ley en el Congreso.

Desde el Ministerio de Educación, Isabel Celaá, sostiene que la EBAU "funciona" al igual que los rectores, aunque se va a crear un grupo de expertos para analizar si en verdad existen diferencias y se buscará armonizar la forma de corregir las pruebas.