Ocurrió hace una semana. En la facultad de Formación del Profesorado aparecieron colgados unos carteles en los que una alumna denunciaba a un profesor del centro por un presunto delito de acoso. En dichos carteles la supuesta víctima, que no se sabe su identidad, adjuntaba conversaciones con el docente y aseguraba haber denunciado lo ocurrido. Señalaba que hacía pública su situación para que, de haber más personas afectadas, hicieran lo mismo que ella. Junto a los carteles apareció también una pintada en los baños con la palabra «acosador».

Los carteles fueron retirados de inmediato y la Universidad de Extremadura (Uex) ha abierto una investigación. Según explicó ayer el rector, Antonio Hidalgo, tienen conocimiento de lo sucedido pero, al desconocer la identidad de la supuesta víctima, no se pueden activar los protocolos que posee la institución para estos casos. «No sabemos qué ha pasado, no tenemos nada tangible por lo que no podemos tomar medidas», añade el rector.

Desde el Consejo de Estudiantes enviaron un comunicado animando a la autora de los carteles a que se dirigiera a ellos para prestarle su ayuda. «Una estudiante anónima, que todavía no se ha identificado, denuncia a un profesor de esta facultad por acosarla sexualmente, tanto en persona como por Whatsapp. Los consejos de estudiantes estamos para ayudar y defender a los estudiantes por eso invitamos a la compañera que supuestamente ha sufrido dicho acoso que siga siendo valiente y se ponga en contacto (con ellos) para que pueda recibir la ayuda que se merece», decía el comunicado difundido a través de redes sociales.

Por el momento nadie en la facultad conoce la identidad de la presunta víctima ni si los hechos que denuncia son ciertos, por lo que se llama a la cautela. Desde la dirección se ha enviado a la comunidad educativa un correo electrónico llamando a la tranquilidad e informando de que se está investigando lo sucedido. Por el momento el profesor sigue en su puesto de trabajo: «No podemos apartarle porque no sabemos qué ha ocurrido», incide el rector.

Este diario comprobó ayer que ni en la Policía Nacional ni en los juzgados ni en la fiscalía existe constancia de denuncia alguna interpuesta por este asunto. Sí consta, no obstante, la demanda presentada por el profesor en cuestión por la aparición de dichos carteles. En ellos, además de aparecer su nombre y apellidos, se indicaba su número de teléfono móvil privado.