El profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Extremadura (Uex) ha estudiado el impacto socioeconómico que tendría la refinería en Extremadura. "Si se aprobase el proyecto por parte del Ministerio de Medio Ambiente, correspondería a los inversores determinar el nivel de rentabilidad mínimo exigible para continuar con el proyecto de inversión. Y aunque los márgenes del refino han bajado, y se ha producido un descenso (coyuntural) en el consumo, cabe esperar una recuperación de al menos alguno de ellos en el medio plazo, lo que garantizaría la rentabilidad de la inversión", considera. Y va más allá: "dando por hecho que el proyecto empresarial resulta rentable en el largo plazo (por el volumen de inversión previsto es el plazo a tener en cuenta), desde el punto de vista regional no cabe duda alguna sobre su rentabilidad económica, sin entrar a discutir la social".

Los argumentos de Ramajo son que "en la fase de construcción de la refinería se produciría un efecto arrastre importante del sector de la construcción, el cual a su vez tiraría de otros sectores, como el de los servicios (especializados como los de ingeniería, y no especializados, pero también destinados a la venta), y los sectores industriales de bienes de equipo y bienes intermedios". En la fase de funcionamiento, opina, aparte de la plantilla de la refinería, que "podría calificarse como empleo altamente cualificado, también se produce un efecto multiplicador sobre otros sectores".

Para el profesor e investigador de Economía de la Uex, "las inversiones que supondría la refinería resultan rentables desde el punto de vista macroeconómico, ya que implican mayor producción y mayor empleo".