José Luis Rodríguez Zapatero exhibió mapas. Mariano Rajoy, una multa. Y, de nuevo, Cataluña, su Estatuto y la lengua como munición del PP. El candidato socialista mostró ante las cámaras tres mapas: el del crecimiento económico de todas las autonomías; un segundo con las propuestas de nuevas redes de la alta velocidad ferroviaria; y otro con las autovías. Fue su manera de ilustrar la apuesta del PSOE por la cohesión y la igualdad territorial. El candidato popular replicó con una multa de 400 euros que la Generalitat catalana ha aplicado a un comercio por no rotular en catalán. Un ejemplo, según Rajoy, de que los socialistas en Cataluña persiguen el castellano y de que fomentan la desigualdad entre territorios.

Zapatero remarcó que su apuesta por las nuevas infraestructuras --con una proyección hasta el año 2020-- es el mejor instrumento para reducir las desigualdades entre los distintos territorios, incluidos los que, como Valencia, están gobernados por el PP. "Nosotros hemos puesto 700 kilómetros en servicio de alta velocidad y ustedes ninguno, porque a Lleida el AVE llegaba solo a 200 kilómetros por hora y no podía considerarse como alta velocidad", reprochó el presidente Rodríguez Zapatero a su rival conservador.

Pero Rajoy no estaba dispuesto a discutir sobre mapas y, recuperando el discurso más duro del PP, el candidato popular entró de lleno en el presunto conflicto lingüístico que se vive en Cataluña. Multa en mano busco hasta en tres ocasiones el cuerpo a cuerpo con Zapatero, pero el candidato socialista evitó polemizar sobre la lengua. Zapatero se limitó a explicar que la política lingüística actual es la misma que había cuando Rajoy era ministro de Educación y que entonces no se lamentaba de la situación del castellano. "Es verdad que era la época en la que se hablaba catalán en la intimidad", ironizó, rememorando la famosa frase que pronunció José María Aznar cuando los populares gobernaban cómodamente gracias al apoyo de CiU.

Aunque obviase entrar en la polémica lingüística, Zapatero sí habló de Cataluña. Lo hizo para reprocharle a Rajoy que durante esta legislatura haya intentado utilizarla como elemento de confrontación. Acusó a los populares de haberse dedicado a recorrer España al grito de "en contra de Cataluña". Y Rajoy, olvidando los anuncios radiofónicos que el PP pagó en Andalucía criticando la discriminación que, en su opinión, implicaba el Estatut , replicó recordándole a su rival los principales quebraderos de cabeza que le ha dado Cataluña durante esta legislatura: "Oiga, el mayor ataque a Cataluña que se ha hecho han sido los espectáculos que ha dado con el barrio del Carmel el barrio barcelonés que se hundió debido a unas obras subterráneas de una tuneladora de metro, en enero del 2005, con los trenes de cercanías, con el AVE y con los apagones. Ese es el mayor espectáculo y la mayor agresión que se ha podido producir".

LAS PROMESAS Aunque los candidatos se centraron en reprocharse la falta de modelo de Estado, se adoptaron dos compromisos. Zapatero aseguró que si es reelegido convocará tres conferencias de presidentes autonómicos para analizar la violencia de género. Por su parte, Rajoy prometió hacer una ley para garantizar que todos los ciudadanos "puedan mandar a sus hijos" a estudiar en castellano en toda España.