El ex presidente del Gobierno español José María Aznar contrapuso hoy lo que definió como sus "contactos" con ETA cuando estaba en el poder con la "negociación política" que afirma que llevó a cabo el actual Ejecutivo. "Una cosa es tener un contacto porque ETA había declarado un alto el fuego unilateral y comprobar si las cosas marchan o no, y otra es una negociación política con los terroristas", declaró Aznar en una entrevista a la emisora de radio francesa "Europe 1".

El presidente de honor del PP subrayó que "en la cuestión del terrorismo, que es muy importante para nosotros, la actitud de Zapatero ha sido muy negativa" lo que, según Aznar "le ha convertido en un mentiroso ante los españoles". Defendió las críticas de los obispos a ciertas políticas llevadas a cabo por el Ejecutivo socialista y señaló que "hay que respetar el sentimiento religioso de la población".

Precisó que si su partido llega al poder tras las elecciones del próximo domingo no se anularán leyes como la del divorcio o la del aborto, y apostilló que en este último caso "pedimos la aplicación de la actual ley". También señaló que aceptan "la unión homosexual", pero no que se equiparen los matrimonios homosexuales con el resto.

En política de inmigración, Aznar cargó contra la regularización emprendida por el actual Gobierno porque, a su juicio, tuvo un efecto de llamada, insistió en que hay que ser "más firmes" con la inmigración ilegal y defendió como "bueno" el "contrato de integración" del candidato popular a la presidencia, Mariano Rajoy. A propósito de Rajoy, insistió en que no fue él quien lo eligió para sustituirlo al frente del PP, sino que lo que hizo fue proponerlo, y en cualquier caso consideró que "fue una buena elección". Aznar señaló que para ganar el próximo domingo "mi receta es hablar muy claro a la población y decirle cuál es la situación del país".

Preguntado sobre la posibilidad de volver a la política activa, el ex presidente conservador respondió que no la echa de menos y que además dejarla "fue una promesa que hice a los españoles y respeto esa promesa". "Soy el militante más disciplinado de mi partido" y "mi única aspiración política de futuro es ser un buen español", argumentó. Del presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que es "un amigo personal", que desde que fue elegido en mayo "ha hecho muchas cosas", "el resultado es positivo" y su caída actual de popularidad "es una cuestión de tiempo".