Periodista

Manuel Cañada lleva colgado el cartel de convidado de piedra en estas elecciones autonómicas. Qué papeleta la suya. En el discurso del líder de IU se mezclan verdades como puños con análisis y propuestas de una demagogia difícil de superar por Ibarra y Floriano en la peor de sus tardes. Cuando denuncia que ésta no es la juventud mejor preparada sino "la más explotada" pone el dedo en la llaga. De la misma forma que acierta cuando opina que la prioridad de un gobernante debe ser ahora poner coto a la precariedad laboral. Sin embargo, sus excesos verbales --ríete tú de los de Ibarra-- y su nula capacidad para confeccionar un programa de gobierno creíble han conducido a su formación a un callejón oscuro del que sólo puede salir --es mi opinión-- cambiando de coordinador general tras los comicios. IU necesita una renovación para aspirar a jugar el papel que realmente le corresponde en la política y la sociedad extremeña. Los resultados del 25-M darán y quitarán razones.