Un centenar de trabajadores despedidos de Sintel malograron ayer la agenda electoral de José María Aznar, al lograr con su presencia boicotear un mitin al aire libre en el madrileño barrio de Carabanchel. La dirección del PP se vio obligada a trasladar el acto, que comenzó con hora y cuarto de retraso y con sólo 130 asistentes, a un recinto cerrado.

Esta decisión y el desorden causado por la improvisación, provocaron divergencias entre la Moncloa y el comité electoral del PP.

Trabajadores de Sintel ya boicotearon la comitiva de CCOO en la marcha del Primero de Mayo. Uno de ellos agredió al líder del sindicato, José María Fidalgo.

Poco antes del mediodía, hora prevista para el acto sobre políticas de familia, los afectados por el plan de empleo de Sintel ocuparon una zona del parque de Carabanchel, vigilados por numerosos policías antidisturbios.

El comité de campaña del PP comunicó entonces el traslado a un polideportivo del barrio, en el que a toda prisa se colocaron un cartel electoral, banderas del partido y apenas un centenar de sillas de tijera, que después ocuparon abuelas con sus nietos.

POR LA PUERTA DE ATRAS

Los trabajadores de Sintel se trasladaron entonces a los alrededores del recinto deportivo, y con ellos los policías. Aznar les eludió entrando por la puerta trasera, pero los afectados por el cierre de la filial de Telefónica lograron explicar su conflicto a Esperanza Aguirre, candidata a la Comunidad de Madrid.

El incidente retrasó una hora y cuarto el comienzo del acto. Poco a poco, el público fue entrando en un espacio reducido a la tercera parte de la cancha deportiva, con un intenso olor a cloro y sudor por la proximidad de las piscinas y gimnasios. El precario escenario careció de atril. El presidente del Gobierno y líder del PP, su esposa y número tres por Madrid, Ana Botella, el alcaldable Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre se sentaron en sillas de tijera rodeados por el público y utilizaron un micrófono de mano.

Asesores del jefe del Ejecutivo no disimularon su enfado por las condiciones en que Aznar iba a presentar el plan estrella de ayudas a la familia, aprobado ayer mismo por el Consejo de Ministros. Responsabilizaron del desaguisado a Ana Mato, número dos del comité electoral, que dirigió el cambio de escenario. El personal de la Moncloa reconoció, no obstante, que hubiera sido peor, a efectos de imagen, suspender el acto. Pero criticaron que, desde el partido, se hubiera justificado el cambio de sitio por la lluvia y no por los manifestantes.

Finalmente, Aznar entró con aplomo en el recinto a las dos menos cuarto. Los oradores intervinieron a todo trapo. Gallardón y Aguirre hablaron cinco minutos entre los dos y Aznar, 20. El líder del PP expuso las ayudas a la familia y reiteró que peligrarán si triunfa la izquierda: "No queremos que nadie toque estas cosas".

DERROTA A LAS ENCUESTAS

En vísperas de que se publiquen las últimas encuestas, Aznar realizó un envite a los datos adversos. "Vamos a ganar a los pronósticos", afirmó en Toledo. El presidente instó a sus seguidores a movilizarse el 25 de mayo. "No estaré contento", dijo, "si no damos una lección de democracia y llenamos las urnas de votos al PP".