Mientras José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy velan armas, se repiten en sus mítines y, según los periodistas que les acompañan cada día, ni se dejan ver ni conceden entrevistas ni paran quietos. Claro, ninguno de los dos quiere avanzar los nuevos argumentos que, al parecer, desgranarán en la noche de mañana, lunes. Zapatero, muy pincho, ha asegurado que él va en plan tranquilo y sin agobiarse, "porque quien debe arriesgar es Rajoy, que está entre la espada y la pared". Pero el del PP, no se ha quedado mudo en esta guerra de nervios. Ayer adelantó que su oponente socialista va a sacarse una sorpresa de la manga, "pero yo ya sé de qué va y tengo preparada la réplica". O sea, que a don Mariano no hay golpe secreto que lo tumbe.

Y el caso es que el cara a cara "definitivo" va a concitar de nuevo enormes audiencias. El bipartidismo tiene plena vigencia audiovisual. Queda por ver la respuesta a otro cara a cara, el que van a mantener hoy por la noche Chaves y Arenas en el canal andaluz. Aunque el morbo que suscitan los enfrentamientos entre Zapatero y Rajoy es irrepetible.