No hubo el menor acuerdo. Las visiones que tienen José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy sobre la situación económica de España fueron ayer tan distintas como la noche del día. El líder del PP centró su discurso en la microeconomía, en la dificultad de las familias para llegar a fin de mes, mientras que el presidente del Gobierno puso el énfasis en las grandes cifras, como el crecimiento económico o la creación de empleo, aunque también defendió su gestión en favor de los ciudadanos de rentas más bajas.

Zapatero se guardó para el último instante del bloque económico el argumento que consideró más contundente para su estrategia. Recordó que, en el primer debate parlamentario tras las elecciones del 2004, Rajoy le planteó dos exigencias en materia económica. "Me desafió a crecer el 3% y crear dos millones de empleos; hemos crecido el 3,7% y creado tres millones de empleos", manifestó.

Rajoy, primero en intervenir, acusó a Zapatero de haber vivido de la "inercia" de la situación económica heredada del Gobierno del PP, hasta que "se le acabó la cuerda". Le reprochó que permanezca "impasible e insensible" ante la escalada de los precios, y desgranó una serie de productos de la cesta de compra, como el pan, la leche o el pollo, que han subido dos dígitos.

Zapatero invocó el debate del jueves pasado entre Solbes y Pizarro, que ganó el primero, para criticar la "demagogia" del PP. Alegó que, al llegar a la Moncloa, el paro estaba en el 11,5% y ahora se encuentra en el 8,5%, la tasa "más baja de la democracia". Dijo, además, que el superávit de las cuentas públicas, de 70.000 millones de euros, da "garantías para afrontar necesidades".

"No se esconda en otros debates. Aquí hablamos usted y yo", le espetó Rajoy, que para nada deseaba que saliera a relucir el debate Solbes-Pizarro. En su estrategia de bajar al terreno de las cifras domésticas, el popular destacó que, cuando el PP salió del Gobierno, la inflación estaba en el 2,4% "y ahora nos la dejan en el 4,3%". Dijo, además, que la distancia entre el 20% más rico y el 20% más pobre de la sociedad se ha ensanchado bajo el PSOE.

En su turno, Zapatero recordó que, cuando se produjo una recesión económica en el 2002, el PP aprobó el decretazo , que desembocó en una huelga general. Dijo el presidente que el PSOE, en momentos de dificultad, lo que hace es ayudar a los más desprotegidos. Citó como ejemplo la propuesta de reducir 400 euros en las retenciones del IRPF. Apuntó que George Bush tomó una medida similar y recibió el apoyo de la oposición. "Hay una diferencia muy grande entre Bush y yo, pero la oposición de ustedes también es muy diferente de la de EEUU", dijo.

Sobre la situación económica, afirmó que "la desaceleración no va a ser profunda ni prolongada". Y lanzó un mensaje tranquilizador: "Nuestro país está mejor preparado que nunca para afrontar las dificultades".

"Nunca creí que fuera a poner de ejemplo a Bush", ironizó Rajoy. El conservador criticó la medida de los 400 euros, con el argumento de que es lineal y, por tanto, beneficia por igual a pobres y ricos. Una vez más acusó a Zapatero de no hacer nada por "los trabajadores que se levantan a las siete de la mañana".