El candidato popular a la Presidencia de la Junta, Carlos Floriano, mostró ayer en el madrileño foro de debate Fórum Europa, con sede en el hotel Palace, su cara más liberal. Arropado por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que lo presentó; la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre; parlamentarios como Pío García Escudero e Ignacio Astarloa y exministros como Elvira Rodríguez y Rafael Arias Salgado, Floriano pintó un panorama sobre Extremadura bien distinto al que, una semana antes y en la misma tribuna, había pintado el candidato socialista Fernández Vara.

Floriano habló de que los males de la región, a pesar de sus posibilidades en recursos naturales, patrimoniales, medioambientales y de preparación de su juventud, devienen de la política de intervencionismo en la sociedad practicada por el PSOE desde el 83, hasta el punto de que, según dijo, "no hay acción de cualquier tipo en que la Junta no sea o aspire a convertirse en protagonista". Como consecuencia de ese modo de hacer las cosas "falta empleo, faltan industrias y en la última década faltan 50.000 jóvenes preparados, que se han tenido que ir por falta de expectativas".

PASO ATRAS ¿La solución? El liberalismo, el ´Estado delgado´. O, como dijo, "que la Administración dé un paso atrás para que sea la sociedad la que tome la iniciativa". Según el candidato del PP, desde la Junta lo único que se debe hacer "es crear un clima de confianza" para que la sociedad "desarrolle todas sus potencialidades". Para ello es necesario bajar los impuestos y, algunos, como el de donaciones y sucesiones, suprimirlos.

La apuesta por las energías renovables --"Extremadura es de las regiones con mayor radiación solar, pero no produce ni un solo kilovatio por fuente verde"--; por la protección del medioambiente, de manera que "tengamos ante España el sello de región ecológica porque nuestros aires sean limpios, lo cual se paga mucho", y por la transformación de nuestro productos para dejar aquí todo el valor añadido, fueron también ideas mencionadas por el candidato popular, que no dejó la tribuna sin mencionar dos de los ejes de su campaña: la promesa de que dimitirá si algún paciente extremeño tarda más de 30 días en operarse en la sanidad pública, y de que los consumidores de energía de esta región deberían no pagar la parte de la factura correspondiente al transporte. "Porque el 75% de la energía que se produce en la región se exporta, luego la que se consume no se transporta y ese coste, un 10% de la factura, no se nos debería facturar. Solo esa medida sería un gran aliciente para la radicación de industrias foráneas".