Alfonso Guerra es uno de los habituales en las campañas electorales del PSOE extremeño. Mérida, hotel Las Lomas. Guerra es el último de los históricos del socialismo que pasa por Extremadura para pedir el voto en favor de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, uno de los dirigentes del PSOE que se mantuvo a su lado cuando el exvicepresidente del Gobierno con Felipe González cotizaba a la baja.

En un mitin frío, Guerra puso la nota de calor con su particular visión de la política: "Porque yo soy políticamente incorrecto", dijo. Y repasó la política de propaganda seguida por el PP mediante el control de los medios de comunicación: "Pero no se olviden que estos que están aquí son los mismos que los del Gobierno de Madrid".

En nota de humor, Guerra repasó la pérdida de crédito que ha tenido el Gobierno de Aznar en los últimos años con ejemplos como el decretazo , la crisis del Prestige , el caso Gescartera o el conflicto bélico con Irak. "Así al inquilino de La Moncloa le queda sólo un año". "Y hoy presentan en una rueda de prensa una idea con la que pretende arreglar el problema de la vivienda", señaló Guerra, quien lamentó las continuas mentiras que ofrece el PP.

En el día en el que los populares presentaban una publicación con posibles casos de corrupción durante la gestión de Rodríguez Ibarra, el candidato socialista se mostró satisfecho del nuevo auto judicial sobre el presunto fraude del lino, en el que la denuncia de Loyola de Palacio ha terminando imputando a algunos de los exaltos cargos del Gobierno de Aznar.

En la recta final de la campaña, el líder del PSOE extremeño ofreció su idea de un nuevo modelo de sociedad en la que la solidaridad sea un puente hacia un proyecto político que sepa gobernar la diversidad de identidades, "porque cada ciudad, cada región tiene un alma propia".

Y en esa idea de región, dijo Ibarra, no tiene cabida el proyecto liderado por Carlos Floriano, a quien le criticó porque hasta ahora ha dado muestra de que siempre antepone los intereses de su partido al de los extremeños, "y lo ha demostrado con el decretazo, con el impuesto al beneficio bancario o a las eléctricas".

En su compromiso, Ibarra abogó de nuevo por evitar la fuga de cerebros "mediante un cambio de actitud de los jóvenes extremeños" y apostando por ofertarles salidas viables a sus ideas de empresa. "El proyecto de estos próximos cuatro años es sacarle a la gente joven todo los que nos puedan ofrecer y para eso estaré a su lado".

A pesar del peso del PP en Mérida, donde ha gobernando en los últimos ocho años, Ibarra tiene en la capital autonómica uno de esos feudos infranqueables por los populares. El candidato sólo tuvo peores resultados que la candidatura del PP en las elecciones autonómicas de 1995, cuando Juan Ignacio Barrero le superó en 6 puntos en respaldo electoral.

JOVENES CANDIDATOS

Previo al mitin, jóvenes candidatos del PSOE mantuvieron un encuentro para hacer una llamada al voto de los jóvenes extremeños de cara a los comicios del próximo 25-M. Los socialistas incluyen en sus candidaturas de la región a cerca de 500 jóvenes.

El PSOE mantiene que en los últimos 20 años se ha producido un salto espectacular en la realidad de la juventud extremeña, debido fundamentalmente al acceso a a las nuevas tecnologías, la extensión de la educación obligatoria, el aumento de la renta de las familias y la incorporación masiva a los estudios universitarios. Uno de los objetivos de cara a la próxima legislatura pasa por la creación del Instituto de la Juventud de Extremadura.

Entre las reivindicaciones de los candidatos más jóvenes del PSOE también se encuentra la puesta en marcha de una TV como yacimiento de empleo.