La Comisión Permanente de Izquierda Unida se reunirá mañana para analizar el resultado electoral y comenzar a fijar los primeros trámites para la convocatoria de la próxima Asamblea federal en la que se elegirá al nuevo coordinador general.

Después del descalabro electoral, Gaspar Llamazares anunció ayer que no se presentará a la reelección como líder de Izquierda Unida y avanzó que propondrá a los órganos correspondientes de la federación la celebración en los próximos meses de una Asamblea.

El coordinador general de Izquierda Unida ha tomado esta decisión después de conseguir sólo dos diputados en el Congreso, uno por Madrid y otro por Barcelona, lo que supone un descenso de tres escaños y la pérdida del grupo parlamentario al no llegar ni al cinco por ciento de los votos a nivel estatal. Previsible, el máximo órgano de Izquierda Unida se reunirá en junio o julio, según fuentes de la federación.

La Comisión Permanente Federal de IU, compuesta por 36 dirigentes, deberá convocar a la Presidencia Ejecutiva Federal para que ordene la celebración de una reunión del Consejo Político, único órgano que tiene competencia para convocar una Asamblea. El Consejo Político Federal se reunirá después de Semana Santa, a finales de marzo o principios de abril, para fijar la fecha de la IX Asamblea.

La última vez que se convocó el máximo órgano fue de manera extraordinaria en diciembre de 2004, después de la pérdida de diputados en las elecciones generales de ese año y del resultado de los comicios europeos. También se someterá a una asamblea para "redefinir y modernizar" sus propuestas la coalición que forman ICV y EUiA en Cataluña, a la que pertenece el diputado obtenido por Barcelona, Joan Herrera.

Posibles candidatos

Tras el anuncio de Llamazares de que no se presentará en la próxima Asamblea, ahora comienza un periodo en el que deberán perfilarse los candidatos a suceder al actual coordinador general. La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, ya ha anunciado que "en ningún caso" está dispuesta a asumir el puesto de máxima responsabilidad de la federación.

Aguilar, que no ha querido achacar a Llamazares el mal resultado electoral de Izquierda Unida, se ha mostrado dispuesta a participar en el debate del futuro de esta formación, aunque ha avisado de que no estará en este análisis si es "negativo" y se produce "en términos de destrucción y de señalar con el dedo".

También ha descartado presentarse el presidente ejecutivo del Partido Comunista de España (PCE), Felipe Alcaraz, que ha tachado de "fracaso" el resultado del 9-M y ha pedido que se constituya una comisión unitaria y plural que dirija el proceso de renovación.

La Comisión Permanente del PCE ha analizado hoy los resultados y ha pedido dimisiones en el seno de la Dirección Federal de IU, a la vez que ha considerado que Llamazares y su equipo han fracasado en estos comicios generales.

El ex diputado y portavoz de la formación en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Pérez, también ha planteado la necesidad de abrir un "proceso de reflexión" que lleve a la "recomposición de una dirección que afronte la tarea de una asamblea que recupere el proyecto y el espacio político de IU y un electorado que sigue estando ahí".

Izquierda Unida sólo recibirá una subvención del Estado, en función de escaños y votos, de 803.000 euros y no conseguirá ayudas del Ministerio del Interior para sufragar el gasto del mailing electoral. La federación que dirige Gaspar Llamazares ha gastado en esta campaña electoral en torno a 4,5 millones de euros (1,5 menos que en 2004), de los que aproximadamente 2,7 fueron a parar al mailing. Las tres últimas campañas (elecciones generales de 2004, europeas de 2004 y autonómicas y municipales de 2007) no generaron ninguna deuda para esta formación.