El PP ganó ayer en el Senado. Los conservadores consiguieron retener la mayoría en la Cámara alta y solo cayeron de 102 a 99 escaños, con el 64,39% de los votos escrutados. Los socialistas dieron un salto de 9 asientos, hasta los 90, casi el doble de los que tenían en el año 2000, cuando José María Aznar ganó con mayoría absoluta.

Los populares, encabezados por Pío García-Escudero, coordinador de la campaña electoral del PP, tendrán la oportunidad de seguir siendo la china en el zapato del Ejecutivo socialista esta legislatura aunque deberán de tener en cuenta a la tercera gran fuerza del Senado: la Entesa Catalana de Progrés. La unión electoral de los partidos catalanes PSC, ERC e ICV soportó bien el embate del bipartidismo gracias a las filas de la ministra de Vivienda, Carme Chacón, y mantiene los 12 escaños. El president de la Generalitat, José Montilla, tuvo un momento para acordarse de la Cámara alta --que ayer pasó de nuevo bastante desapercibida-- y felicitó a la Entesa.

LOS PERJUDICADOS También retiene los mismos senadores (4) Convergència i Unió. Quienes no salieron tan bien parados fueron los nacionalistas vascos del PNV, ya que pasaron de 6 a 2 senadores. Coalición Canaria también perdió uno al pasar de 3 a 2 escaños en el Senado.

Pese a la debacle en el Senado, el cabeza de lista del PNV al Congreso por Vizcaya, Josu Erkoreka, se atrevió a resaltar la importancia que la Cámara alta puede tener la próxima legislatura para José Luis Rodríguez Zapatero. "El PSOE no puede abordar toda la legislatura con una mayoría ajustada en el Congreso si no garantiza una mayoría similar en el Senado", declaró.

La Cámara alta la componen 264 senadores, pero solo 208 fueron elegidos ayer, cuatro por cada provincia, con los casos especiales de las islas y de Ceuta y Melilla. El resto (56, cinco más que en la pasada legislatura debido al aumento de la población española) serán designados por los parlamentos autónomos.

Con el triunfo de Rodríguez Zapatero cabe esperar una reforma profunda del Senado, con la creación de nuevas comisiones bilaterales y a través del despliegue de los estatutos aprobados durante la pasada legislatura.

SIN INCIDENTES La jornada de votación se desarrolló sin incidentes destacables a excepción de uno denunciado por el PP de Alava ante la subdelegación del Gobierno. Los populares descubrieron que había algunas papeletas mal cortadas, de manera que habían quedado eliminados los casilleros de votación de los senadores correspondientes a varias formaciones, entre ellas la suya. Los interventores conservadores detectaron esta incidencia en los colegios electorales vitorianos de Luis Aramburu y Samaniego intercaladas entre papeletas válidas, lo que les hizo pensar que no se trataba de una "circunstancia casual".