El PNV hizo ayer autocrítica por la trama fiscal descubierta en Irún y prometió "tolerancia cero" con los corruptos. En un acto celebrado en esa localidad guipuzcoana en el que participaron el lendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente del partido, Josu Jon Imaz, el tema de los discursos fue el fraude de la Hacienda foral, que ha provocado la renuncia al cargo del senador del PNV Víctor Bravo.

Correspondió a Markel Olano, candidato a la Diputación Foral, asumir que los sistemas de gestión y control de la institución "han fallado", aunque resaltó la "contundencia" con que ha actuado tras destaparse el fraude. En una declaración que fijaba la posición del partido en un tema que amenaza sus expectativas electorales, Olano proclamó la "tolerancia cero" con estas conductas y dijo que se depurarán responsabilidades.