Como agua de mayo han recibido los socialistas la sonada incursión de José María Aznar en la campaña. Basta mentar al expresidente del Gobierno para que resucite en muchos escépticos progresistas el deseo de castigar al PP en las urnas. Por eso, lejos de trabajar para que se apague el eco de sus reflexiones sobre el ambiente guerracivilista, los dirigentes del PSOE dedican a Aznar alusiones directas en todos sus mítines. La paradoja de que el presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) logre votos para el PSOE preocupa en la sede central del PP. Por si acaso, Aznar acompañará hoy a Mariano Rajoy en el cierre de campaña, pero no hablará.