Los dos grandes partidos de implantación nacional, PSOE y PP, han logrado reunir en los comicios celebrados hoy los votos del 84 por ciento de los electores y sumar 322 escaños, el 92 por ciento de los que forman la Cámara Baja, según los datos oficiales con el 94,7 por ciento de los votos escrutados.

Se trata de un paso más hacia un bipartidismo casi completo iniciado desde el mismo momento en que el sistema electoral español adoptó su actual configuración de dos grandes partidos.

Desde 1989, primeros comicios en los que el PP concurrió con esas siglas, los dos grandes partidos han ido copando el espectro parlamentario paso a paso y reduciendo así la representación del resto de las fuerzas políticas. En aquella ocasión, socialistas y populares sumaron el 65,39 por ciento de los votos y 282 diputados.

Cuatro años más tarde, el porcentaje subió hasta el 73,54 y los diputados hasta los 300.

En 1996, año de la primera victoria del PP, se dio un paso más hacia el bipartidismo en cuanto a porcentaje de votos (las dos grandes fuerzas sumaron un 76,42 por ciento), aunque en escaños retrocedieron apenas hasta 297.

Las elecciones de 2000, en las que PP y PSOE sumaron casi el 79 por ciento de los sufragios y 308 escaños, y las de 2004 (80,3 por ciento de los votos y 312 actas de diputado) fueron los pasos siguientes en la polarización del electorado, y sobre todo de la Cámara, en torno a los dos grandes partidos.