Un día después de apelar al voto español para frenar a los nacionalistas, Mariano Rajoy subió otro peldaño en su escalada dialéctica y definió el voto al PP como un acto de "patriotismo". El candidato popular a la Moncloa reclamó el apoyo de los votantes indecisos y rechazó la pretensión del PSOE de impulsar un cambio político en España.

"¿Para qué quieren cambiar?", preguntó por la mañana ante los 1.500 pensionistas que congregó en Burgos. Y respondió: "Quieren cambiar porque no van a decir que siga el PP, que es lo que deberían decir si tuvieran un poco de patriotismo".

A cinco días de las elecciones, el candidato redobló sus ataques al PSOE, partido al que acusó de fomentar "el paro, el despilfarro y la corrupción" durante sus años en el Gobierno. En esta ocasión invocó el escándalo que llevó a la detención y encarcelamiento del director general de la Guardia Civil, Luis Roldán. "¿Hay algún país del mundo donde un ministro del Interior haya detenido a un director general de la Guardia Civil?", se preguntó.

Para Rajoy, los socialistas contaron durante sus mandatos la "gran mentira" de que el paro era estructural y de que no podían subirse las pensiones.