El líder de la oposición, Mariano Rajoy, lleva días quejándose de que el único discurso electoral que esgrimen los socialistas pasa por vaticinar "catástrofes naturales" si, el próximo 9 de marzo, el PP gana las generales. El lo ha resumido como la filosofía de "que viene el coco", una tesis "del miedo" que, a su entender, "ya no cuela". Pero ayer, en Málaga, ante más de 5.000 militantes y simpatizantes, decidió copiar la táctica que tanto critica a su principal rival en las urnas y lanzó advertencias. Algunas, muy gruesas. "Cuatro años de frivolidad los puede aguantar un país, porque hay inercias. Pero ocho años de gobierno de Zapatero... Ocho años os aseguro yo que no los resiste España", sentenció. Y otro aviso para navegantes preocupados por el futuro de la economía: si el PSOE logra revalidar su mayoría, dijo, regresarán "los tiempos del paro y del despilfarro".

INMIGRACION, "PROBLEMA" Desde el público se le pidió "más caña". "Yo, a sus órdenes. Si quieren caña, pues doy caña", respondió entusiasta el líder popular. Así, pasó a acusar al jefe del Ejecutivo de estar "distraído" durante toda la legislatura y de dedicar sus fuerzas, únicamente, a dar "leña y bofetadas" al PP. "Y mientras hablan de lo malos que somos los del PP, de inmigración o de economía, ellos, nada de nada. Cierran el pico porque no les conviene. ¡Pero yo sí voy a hablar!", aseguró.

Esas palabras provocaron nuevos gritos del entregado auditorio, que con un "¡torero, torero!" abrió paso al discurso de inmigración. Según Rajoy, su victoria en las urnas es el único modo de evitar que la inmigración se convierta en un "problema grave" para el país. Ahondando en esta idea, aseveró que en la actualidad hay el doble de inmigrantes en España que en el 2004, y avisó de que, si no se afronta la realidad, "te acaba comiendo".

"QUISO CAMBIAR ESPAÑA" Y como era obvio que ayer había decidido dar esa "caña" que le demandaban los suyos, Rajoy pasó a atacar a Zapatero por otros dos frentes: ETA y el modelo de Estado, "sus dos grandes proyectos, sus dos grandes fracasos", a juicio del líder popular.

El hecho de que ETA tratara de atentar contra la Ertzaintza ayer por la mañana, en Bilbao, con una bomba-trampa, no fue motivo suficiente para que Rajoy eludiera tocar el controvertido tema del terrorismo. Al contrario. Sirvió de telón de fondo para remarcar diferencias. "Nos jugamos derrotar a ETA o volver a la negociación indigna con la banda", espetó. Como viene siendo habitual, reclamó además explicaciones al PSOE sobre lo negociado tras el último alto el fuego.

En lo que concierne al modelo territorial, acusó al presidente de intentar "modificar España porque no le gustaba este país". Dicho esto, insistió en que es "el momento del cambio", y presumió de un electorado "fiel y entusiasta" que, según sus cálculos, le va a llevar por fin hasta el Palacio de la Moncloa. "Vale la pena. El cambio es necesario. El cambio es urgente. El cambio está ahí y nosotros vamos a ganar", sostuvo.