Mariano Rajoy casi echó la culpa a José Luis Rodríguez Zapatero del ataque que sufrieron la noche del viernes dos de sus concejalas en Bilbao por parte de radicales aberzales. No fue tan explícito, claro, pero al exigir que se acaben las amenazas a los suyos en el País Vasco, recordó que los que atacan a los conservadores son "aquellos a los que Zapatero ha dejado presentarse a las elecciones".

Ante un millar escaso de simpatizantes, Rajoy aseguró en Palma que exigirá a Zapatero que explique "si ha tenido reuniones con Batasuna para hablar de ANV". Pero además trató el tema de la inmigración, y su promesa fue que la primera ley que apruebe cuando sea presidente consistirá en que "no habrá más regularizaciones masivas".