La euforia que exhibió ayer en sus dos mítines --Alicante y Murcia-- el candidato popular dejó perplejos a militantes y periodistas. Gritos, signos de victoria, continuas interrupciones del discurso para bajarse del atril y repartir besos, gracietas, interactividad, saltos y hasta carcajadas. Esta inusual actitud del líder popular presidió unos actos electorales en los que se estrenaba sintonía: La revolución popular , una canción cuya letra es de un abogado que, por el momento, prefiere permanecer en el anonimato y que llama a apoyar al PP.

NO MOLESTAR A ARAGON El tono de político serio sólo lo adoptó Mariano Rajoy, a lo largo de la tarde, para hablar de su proyecto hídrico, una cuestión de especial sensibilidad en las deshidratadas tierras valencianas y murcianas, que ayer visitaba en busca de votos. Y garantizó que habrá trasvase del Ebro si, tras el 9 de marzo, se convierte en presidente del Ejecutivo.

Antes que Rajoy habían subido al atril el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, en el mitin de Alicante y el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, en el mitin de la tarde. El primero ya tendió un guante a Rajoy para que se pronunciara al respecto. "Será un gobierno del PP el que pondrá la última piedra del trasvase a nuestra tierra", sentenció Camps. Aún más directo fue Valcárcel, que animó a su jefe a abordar los problemas de agua que sufre España, dotando a Aragón de las obras que requiera y asegurando a todos los demás que tendrán suministro.

El candidato popular, consciente de que aún tiene que enfrentarse a un mitin en Zaragoza el próximo sábado, trató de dar la respuesta requerida por sus barones territoriales sin molestar al PP de Aragón, que se opone al trasvase del Ebro. Así, Rajoy aseveró que, en primer lugar, se dispone a acometer las obras diseñadas en el Pacto del Agua, que benefician a los aragoneses, y a comprometerse con el caudal ecológico del delta del río. "Cumpliremos con Aragón y los que allí viven. Pero el agua que sobre, la que ahora se va al mar, irá a toda España: a Barcelona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería", recalcó. O sea, que se compromete con el trasvase y "la España verde".

"AVE SIN SOCAVONES" Hubo más promesas del risueño candidato. Según dijo, si llega al poder los valencianos y los murcianos tendrán AVE "sin socavones". Y como viene siendo habitual, repasó también la política antiterrorista y territorial de los socialistas, además de la eco- nómica. "Zapatero es un serio peligro para los bolsillos. Puede llevarnos a los años 70". Al final, instó a los suyos a olvidar "la mandanga" de que el PP está solo y a prepararse para ganar.