El presidente del PP, Mariano Rajoy, prometió ayer la creación de una Agencia de Inmigración para hacer frente al fenómeno migratorio, cuya constitución ya recoge la legislación vigente. El nuevo ente fue aprobado el año pasado por el Congreso a iniciativa del Gobierno del PSOE en una sesión en la que los conservadores votaron en contra. Como en la mayoría de proyectos legislativos, el PP se quedó solo en su oposición.

La creación de una agencia para gestionar la inmigración formaba parte de programa electoral con el que el PSOE concurrió a las pasadas elecciones legislativas. Algo más de un año después de la toma de posesión, en julio del 2005, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley de agencias que daba vía libre a estos entes. El texto incluía la creación de nueve agencias de carácter estatal, entre las que figuraba la de Inmigración y Emigración.

La tramitación parlamentaria llevó un año entero, durante el cual el PP plantó cara al proyecto sin éxito. Argumentaron los conservadores que la creación de agencias introducía una distorsión innecesaria y poco meditada en el organigrama clásico de la Administración. La propuesta de veto del PP no prosperó ni siquiera en el Senado.

La ley fue publicada en el BOE en julio del año pasado y desde entonces la secretaría de Estado de Inmigración "trabaja" en el diseño de la agencia propiamente dicha, según explicó ayer su titular, Consuelo Rumí, que aludió a "la gran complejidad" de la tarea para justificar el retraso y no precisó cuándo culminarán los trabajos. Otras fuentes del Ejecutivo pusieron en duda la voluntad de crear la agencia antes del fin de esta legislatura.

LA UNIDAD DE ESPAÑA En Valencia, Mariano Rajoy pidió el voto para el PP porque los socialistas "quieren ganar en una coalición de radicales, que es la especialidad de Zapatero y que quiere exportar a toda España". En un discurso cargado de clamores por la unidad de España ("la nación más antigua de Europa"), Rajoy cargó contra un posible Gobierno formado por PSPV, Esquerra Unida y Bloc Nacionalista. Estos dos últimos concurren unidos bajo la marca Compromís pel País Valencià. Antes, la candidata a alcaldesa de Valencia Rita Barberà cargó contra "el tripartito" y el presidente provincial, Alfonso Rus, advirtió de que "la oposición quiere los Países Catalanes y la cuatribarrada".

El PP llenó la plaza de toros de Valencia en su mitin central. Tras asegurar que era el acto "más emocionante" de su vida, Rajoy presentó a los candidatos a la Generalitat, Francisco Camps, y a las tres capitales, Rita Barberà, Alberto Fabra y Luis Díaz Alperi, como los más "honrados, decentes y eficientes". Díaz Alperi, alcalde de Alicante, está imputado por corrupción.

Rajoy prometió trabajar "por los problemas que preocupan a la gente" y a no "negociar con Batasuna", al contrario que, según él, hizo Zapatero "mientras pactaba con el PP que no se podía negociar con Batasuna".