La polémica nota preelectoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que, entre otras críticas al Gobierno, censuraba el diálogo con la banda terrorista ETA, sufrió ayer una nueva admonición desde las propias filas. El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, pidió a los responsables de la Iglesia española que "eviten con sumo cuidado signos o apariencias de proclividad partidista", particularmente en tiempo "electoral o preelectoral". Para estos contextos, Uriarte opina que los responsables eclesiales deberían limitarse a proponer "criterios éticos que ayuden a emitir un voto ponderado y responsable".

"VOTO EN CONCIENCIA" En el marco de estos criterios, el prelado donostiarra hizo hincapié, precisamente, en el valor del diálogo, que definió como una "herramienta insustituible para la paz que tanto desea y necesita el pueblo vasco", para añadir luego que un "voto en conciencia" debe ir "reciamente orientado" a conseguir el final definitivo de la violencia. Uriarte fue uno de los interlocutores del Gobierno de José María Aznar con ETA durante la tregua de la banda en el 1998, fecha en la que ejercía como obispo de Zamora.

El prelado se basó en las reflexiones realizadas por el papa Juan Pablo II para justificar su reprimenda a la Conferencia Episcopal Española (CEE). Citando la encíclica Centesimus Annus , Uriarte recordó que la Iglesia "respeta la legítima autonomía del orden democrático, pero no posee título alguno para expresar preferencias por una u otra solución institucional o constitucional". Menos punzante se mostró el obispo de San Sebastián con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En una alusión genérica, reclamó que ninguna instancia social o política considere el proceder de la Iglesia católica como una "injerencia", sobre todo en lo que se refiere a criterios morales.

EN LA LINEA DEL ABAD Las palabras de Uriarte, pronunciadas durante el consejo pastoral diocesano, recordaron bastante a las críticas vertidas por el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, primer presbítero en desmarcarse públicamente de la declaración realizada por el episcopado español. De hecho, el obispo de San Sebastián calcó parte del discurso que en su día pronunció Soler cuando explicó que ninguno de los programas políticos puede albergar la pretensión de tener la "exclusividad de representar el Evangelio".