Cuántos minutos caben en 18 mítines? La voz de Guillermo Fernández Vara hizo ayer pensar que demasiados, al delatar el cansancio de una primera campaña como candidato a la Junta que terminó ayer. Pese al cansancio, el aspirante a suceder a Ibarra lanzó ayer una última proclama, con las limitaciones de su más que evidente afonía, para repasar sus principales propuestas electorales y pedir el voto "como un préstamo" que devolverá en forma de servicios.

Con solo 20 minutos que se le quedaron cortos, Vara reconoció que "si el domingo ganamos, no se termina nada", sino que "Juan Carlos le pasa el testigo a otro para seguir defendiendo las mismas ideas". Aparte de repetir sus ideas fijas durante estos 15 días (como el paso de la "moto de 49 centímetros cúbicos a la de 500" o su idea de la política --"pensar en nuestros padres y nuestros hijos"--, Vara prometió que si gana "no seré el presidente de Extremadura, lo seremos todos". Para eso, para trabajar por los extremeños y "para que quepamos todos", pidió el voto a los extremeños que le "presten" su voto.

LA COMPLICIDAD DE IBARRA "Creo que le tenemos un poquito de pena. A Aznar.". Solo con este comienzo el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ganó ayer la complicidad del auditorio segedano e ironizó sobre las declaraciones del expresidente popular, "que aseguró que los votos que no van al PP, van a ETA". "Nos han descubierto, han encontrado las bombas de destrucción masiva en la calle Ferraz", dijo, desmostrando así que, a su juicio, "no se puede tomar en serio al PP". Pero más allá de esta intención, una vez más el líder del socialismo en la región durante más de 24 años se metió al público en el bolsillo desde el principio.

A falta de saber si la ausencia de ese carisma influirá en los resultados de mañana, el presidente extremeño acompañó ayer el nuevo candidato, para neutralizar, si es que existe, ese efecto negativo. Para ello, recordó que "hace 20 años se nos iba la luz cada tres veces" o "había que dar agua corriente a 129 pueblos", ilustrando así el cambio que ha experimentado la región en este tiempo. Este fue el objeto de un largo discurso --no debe ser fácil alejarse del estrado--, que Ibarra terminó ofreciendo todo su apoyo y confianza a Ibarra.

De otro mitin en Villafranca llegó un poco tarde la ministra Trujillo para de nuevo repasar, como ya hizo en Don Benito, los logros del Gobierno socialista en políticas económicas y sociales y criticar la oposición del PP. Antes, Valentín García, exsindicalista y candidato a la Asamblea, había abierto el acto repitiendo cuál es su concepción de las próximas elecciones: la confrontación de un modelo de futuro (el del PSOE) contra otro pasado.(la derecha) y dando paso enseguida a Manuel García, alcalde de Zafra y candidato a la reelección. Este, por su parte, se vistió de periodista para adelantar dos noticias, una buena --"que vamos a ganar"-- y otra mejor --"que Guillermo va a ser el próximo presidente de la Junta".

Esta fue, sin duda, la predicción más repetida --hasta en lengua de signos, ya que los intérpretes no han fallado ni en un solo mitin socialista esta campaña-- y aplaudida de la campaña. Tras recorrer 7.000 kilómetros --90.000 más si se incluyen los de la precampaña--, visitar medio centenar de pueblos, participar en 18 mítines y en una treintena de actos públicos. Tras su primera, e intensa sobre todo, campaña como candidato del PSOE a la Junta, a Vara solo le queda ya esperar que se cumplan los buenos presagios de sus compañeros de partido.