En el PSOE se respira confianza tras el primer debate entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Los estrategas del partido no dudan de que el presidente del Gobierno ganó. Unos dicen que de manera holgada; otros, que por la mínima. Pero todos coinciden en que lo más importante del duelo ha sido su efecto movilizador, con 13 millones de espectadores, que esperan que se refleje el 9-M. También consideran una victoria que el líder del PP haya perdido su "careta de moderado" al aparecer como "el radical de siempre". En su primera aparición pública tras el cara a cara --en la Casa del Pueblo de UGT en Madrid--, Zapatero acusó a Rajoy de "despreciar" las políticas sociales por no hablar de ellas en el debate.

"Los trabajadores no tienen nada que agradecer al PP. Cuando no se ocupan de los trabajadores, malo; pero cuando se ocupan, peor", dijo el líder socialista. Y añadió: "Este es el balance comparativo: ocho años de Gobierno del PP, abandono de las políticas sociales; cuatro años del PP en la oposición, obstrucción a las políticas sociales. Ayer, hora y media de debate, desprecio a las políticas sociales por parte del señor Rajoy".

LA "NIÑA DE RAJOY" Por la noche, en un mitin en Palma (Mallorca), Zapatero hizo otra referencia al debate. En concreto, a las palabras de Rajoy cuando dijo que su objetivo es que "una niña que nazca en España tenga una familia con trabajo y con una vivienda digna". El líder del PSOE respondió ayer: "Quiero un país donde la niña de Rajoy viva en una sociedad donde ningún partido recurra la ley de igualdad entre hombres y mujeres".

Zapatero visionó el debate al llegar anteanoche a la Moncloa. Y ayer por la mañana, lo hizo su equipo de asesores. Uno de los estrategas opina que Zapatero no lo hizo bien en el bloque económico, pero venció en los demás apartados. Una de las decisiones que tomaron es que en el próximo duelo, Zapatero ya no se dedique tanto a responder a los ataques o a desgranar los logros de su Gobierno como a explicar sus propuestas de futuro.

Para los asesores, la actuación de Rajoy servirá para mantener la cohesión de los incondicionales del PP, pero no le ayudará a captar apoyos de indecisos.