En la segunda jornada de campaña electoral, José Luis Rodríguez Zapatero apeló ayer al voto del millón y medio de jóvenes convocados por primera vez a las urnas y al de los "trabajadores". El presidente del Gobierno omitió cualquier referencia a la delicada situación en el País Vasco y solo se apartó de su arenga social para reprochar al PP los "insultos", las "mentiras", la "corrupción urbanística" y el "miedo" a librar debates televisivos con sus oponentes.

"Bienvenidos a la democracia. Os pido que vayáis a votar. Que nadie vote por vosotros. Que nadie decida por vosotros", animó Rodríguez Zapatero a los electores debutantes, ante unos 4.000 correligionarios que colmaban el polideportivo Huerta del Rey de su ciudad natal, Valladolid.

Ataviado de vaqueros y jersey, tras desgranar los logros del Ejecutivo en materia económica, social y laboral, y reiterar su compromiso contra la especulación inmobiliaria, Zapatero pidió el voto a los trabajadores. Les alertó de que en estos comicios se van a decidir sus intereses inmediatos, como la educación infantil, las becas o el rumbo de la sanidad pública. El presidente también tuvo críticas para la "agresividad" del PP.