AJosé Luis Rodríguez Zapatero le ha dado esta campaña por empezar con lo más difícil. Por ahora, no ha dado un solo mitin en una plaza socialista y, además, ha mantenido el empeño de no mencionar a ETA para alejar el terrorismo de unas elecciones que "corresponden a los alcaldes y presidentes autonómicos". Hoy, en el quinto día de campaña, romperá con la segunda de esas dos pruebas de dificultad. Será a mediodía en Vitoria, en un acto con candidatos del PSE metido en su agenda a última hora. No le quedará más remedio que exponer a sus compañeros la posición del Gobierno ante los últimos envites de Batasuna, debidamente amplificados a diario por Mariano Rajoy.

Desde el minuto cero de campaña, el líder del PP no ha cejado en su empeño de que la presencia de listas aberzales el 27-M tenga un coste en votos para el PSOE. Dice que quiere hablar de los problemas que preocupan "a la gente normal", pero reserva su minuto estrella de los mítines para atacar "la permisividad" del Ejecutivo y sus presuntos "acuerdos" con Batasuna para dejar concurrir listas de Acción Nacionalista Vasca a las elecciones.

LA FRASE DEL INFORMATIVO Es cierto que el líder conservador también habla de otras cuestiones. Sanidad, educación, ancianos e inmigración encuentran hueco en las intervenciones en los actos sectoriales que realiza por las mañanas. Pero, para los políticos, lo que cuentan son las televisiones y las radios. Y cuando Rajoy piensa los totales --las frases redondas hechas para los informativos--, Batasuna siempre está en su pensamiento.

Ayer también fue así. Desde Vigo, aseguró que Batasuna se mofa de Zapatero porque Pernando Barrena ha pedido el voto para ANV. Pero como hay que dar una de cal y otra de arena, también anunció que mañana, en el Congreso, él le apoyará de forma "incondicional". Incondicional, pero con una condición: que el fiscal general inicie la ilegalización del partido aberzale.

Según Rajoy, el que calla, otorga. Es decir, considera que el presidente del Gobierno mantiene un silencio culpable sobre esta cuestión. Zapatero ni siquiera da explicaciones de por qué no habla de la banda ETA, pero sus asesores aclaran que se niega a que la banda terrorista y sus secuaces marquen su agenda y, más aún, eclipsen el tiempo que debe estar dedicado a los ayuntamientos y las autonomías.

EJEMPLO A SEGUIR El ejemplo del líder es ley para los suyos, que tampoco mencionan el terrorismo. Los candidatos locales y autonómicos se centran en denunciar deficiencias de los gobernantes del PP. Hasta ahora así ha sido, porque Zapatero solo ha intervenido para dar respaldo a líderes de la oposición, los de Murcia, Valencia, Castilla y León y La Rioja. La próxima semana llegan las plazas socialistas.

Los dirigentes locales del PP también son de obediencia ciega. En sus mítines repasan su gestión, pero siempre encuentran hueco para Batasuna, ANV e Iñaki de Juana Chaos. No importa que sea un líder provincial, autonómico o un alcalde. Antes o después de prometer escuelas y polideportivos, piden ya el voto para las generales. Y saben que una carga contra la política antiterrorista del Gobierno pone en situación.