José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer en una entrevista en Antena 3 TV que el responsable del programa económico del PSOE, el independiente Miguel Sebastián, será su ministro de Economía. El líder del PSOE añadió que también "contará" en su Gobierno con el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono.

La designación de Sebastián es el varapalo definitivo para Jordi Sevilla, secretario de política económica de la ejecutiva socialista, que desde el primer momento criticó el sesgo liberal de los planes fiscales que proponía Sebastián.

MEDIDAS POPULARES La decisión también implica que Zapatero está decidido a aplicar medidas económicas más parecidas a las que firmaría un Gobierno del PP --mantenimiento de la presión fiscal, rebaja del tipo máximo en sociedades-- que las que se atribuyen a un programa de izquierdas.

Sebastián ha proclamado que las mejoras del estado del bienestar que promete el PSOE se aplicarán en la medida en el que lo permitan los ingresos del Estado para no romper el equilibrio presupuestario.

Con el anuncio de la entrada de Bono en un potencial Ejecutivo socialista, Zapatero busca provocar un efecto-convocatoria entre los simpatizantes reticentes a los planes económicos de Sebastián. Y al mismo tiempo, es un acto de deferencia hacia quien perdió hace cuatro años la batalla por la secretaría general del PSOE que ganó Zapatero, pero por escasa diferencia. Un intento de aunar sensibilidades con el que el candidato socialista trata de visualizar su idea de un "Gobierno que convoque a todos".

Zapatero no reveló anoche en A Coruña ninguno de los dos anuncios emitidos por A-3 en una entrevista que había sido grabada a mediodía. En Galicia optó por responder a parte de las acusaciones que le están lanzando en los últimos días desde el PP, especialmente la que se refiere a sus posibles pactos poselectorales con ERC e IU. "Mi única alianza será con los ciudadanos", proclamó el candidato socialista, que auguró una subida de tensión en lo que resta de campaña por los "insultos, las increpaciones y las descalificaciones" del PP. "Parece que no se han enterado de que sólo gobernaré si obtengo más votos que el PP --recordó--, porque no estoy dispuesto a jugar con nada para llegar al poder". Ante esa actitud de sus adversarios, Zapatero dijo que responderá con "educación, diálogo, tolerancia y un proyecto de futuro". Y pasó al ataque. Acusó a Rajoy de "hablar mucho de alianzas, pero poco de las suyas", que según el dirigente socialista han sido "con Bush para una guerra ilegal y con los especuladores del suelo".

DEBATE A LA AMERICANA Ya entrado en faena, invitó a los dirigentes del PP a emular "una vez más" al presidente norteamericano, pero "aceptando un debate". Bush celebrará dos con el demócrata John Kerry.

La jornada no había empezado bien para Zapatero. Una denuncia del PP ante la Junta Electoral por uso partidista de un local municipal a punto estuvo de dar al traste con el acto previsto por la mañana para presentar el plan de vivienda del PSOE. Los socialistas se trasladaron a la sede socialista. Ya por la tarde, la junta lo declaró legal.