Apenas hablan de la exhumación de Franco, pero sí de cómo Cataluña (más bien el independentismo, la sentencia del procés y los disturbios posteriores) ha condicionado la campaña y va a ser crucial para el resultado de mañana 10 de noviembre, cuando toca volver a las urnas.

Más allá de los mítines y los debates, ahora opinan los ciudadanos. Ocho extremeños (de nacimiento o adopción, residentes en la región o en la propia Cataluña) expresan su percepción sobre el periodo electoral que España ha tenido que volver a vivir.

La indignación y el hartazgo por la incapacidad de los partidos políticos de formar gobierno es una sensación común, en ellos y en su entorno. La mayoría teme que esa huella de cansancio que perdura en la sociedad se traduzca en una subida de la abstención.

En los anteriores comicios, los del 28 de abril, la participación se alzó en Extremadura más de siete puntos con respecto a la anterior cita electoral. Se llegó al 76,3%, quedando por encima de la media nacional (75,5%).

Esta vez serán 899.419 extremeños (unos mil menos que el 28-A) los que puedan ejercer su derecho al voto. De ellos, se estrenan 5.400 jóvenes que entre votación y votación han cumplido ya los 18 años.

Además, el Instituto Nacional de Estadística ha remitido a 30.850 electores residentes en Extremadura (18.094 de la provincia de Badajoz y 12.756 de Cáceres) la documentación necesaria para emitir su papeleta por correo. Esta vez el periodo para esta opción se ha extendiendo hasta ayer viernes a las 14.00 horas.

En la región habrá 798 colegios electorales que abrirán de 9.00 a 20.00 y que se repartirán por toda la comunidad.

Del mismo modo, se habilitarán 8.530.000 papeletas y, por primera vez, se facilitará el apoyo de intérpretes de signos a un miembro de mesa con discapacidad auditiva.

Y a destacar: Extremadura será la única región donde todos sus colegios ofrecerán información para personas con discapacidad intelectual.

A continuación, las ocho voces ciudadanas que ejercen de reflexión.