El complicado sistema d'Hondt de reparto de escaños premia a las dos primeras fuerzas políticas y penaliza a la que queda en tercer lugar, en especial en las provincias pequeñas donde se reparten menos de siete diputados. Por eso, durante años, los dos pilares del bipartidismo, el PP y el PSOE, salieron beneficiados de un método que perjudicó históricamente a Izquierda Unida. Con la entrada de Podemos y Ciudadanos, en 2015, estas dos nuevas formaciones sufrieron la ley electoral, cuya reforma ambos han defendido, sin éxito, cambiar para que sea más proporcional.

Ahora, tras la escalada en las encuestas que Vox empezó a experimentar hace 10 días con los disturbios en Cataluña y la exhumación de Franco, y que continúa, según fuentes populares, en los sondeos privados que encarga Génova, en el PP se ha desatado la alarma por si en algunas provincias pequeñas de la España vaciada Santiago Abascal es más votado que Pablo Casado y saca provecho de la regla d'Hondt para obtener escaños.

En este complicado contexto para los populares, que han visto truncada la tendencia positiva en las encuestas que han experimentado desde el verano gracias a la moderación del discurso, Casado intenta marcar distancias remarcando la experiencia del PP frente a la inexperiencia de Vox. Este miércoles por la mañana la plana mayor de los populares han participado en un desayuno informativo en el Casino de Madrid donde Casado ha podido exhibir todo ese "patrimonio" del PP, haciéndose una foto con "el equipo" al que llamará si es el futuro presidente del Gobierno. La invitada central del acto ha sido Ana Pastor, su número dos por la lista de Madrid, exministra dos veces y expresidenta del Congreso. Y en las mesas alrededor se encontraban Isabel García Tejerina (extitular de Agricultura), Román Escolano (Economía) Fátima Báñez (Trabajo) y María Dolores de Cospedal (Defensa). Casado ha dicho que "este es el equipo del PP al que llamaríamos por tercera vez en democracia" para resolver la "crisis" que dejan los socialistas. El líder del PP insiste cada día desde hace semanas la idea de que su partido "ya sacó" a España en las otras crisis que "dejaron" los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero". Cospedal, en todo caso, ha apuntado en numerosas ocasiones que no quiere volver a la política y quiere seguir ejerciendo de abogada del Estado.

Anoche, en un mitin en Oviedo, se comparó a sí mismo con un torero y a Abascal, con un novillero. "Solo los toreros salen con cornadas en sus cuerpos, los novilleros se van de rositas", exclamó antes de quejarse de que "desde la barrera no vale opinar".

Pastor también ha incidido en el argumento de la experiencia del PP y de la necesidad de que vuelva a gobernar en "un momento clave para España". La número dos por Madrid ha insistido en la necesidad de que Pedro Sánchez "esté a la altura" ante el desafío independentista catalán y garantice el ejercicio del voto el domingo en esa comunidad. La expresidenta del Congreso ha calificado de "intolerable" la violencia en las calles catalanas "porque se está saltando lo más importante que tenemos los ciudadanos: la libertad". En este contexto, ha considerado "indignante" que el dirigente del PP catalán Josep Bou fuera insultado y golpeado cuando se dirigía a los Premios Princesa de Girona en Barclona por "no coger un autobús". "¿Me van a tener que decir cómo tengo que ir de aquí al Congreso?", se ha preguntado.