Votar es una alegría, un derecho que acaba de ejercer Isidro Ollero, al que todos en el Casar conocen como Isidro El Beato, porque de chico quería ser monaguillo, hasta que a los 14 años conoció a su novia y luego se puso a tener hijos, dice con gracia su hija Yolanda. Isidro se casó con Isabel Mateos Pérez, que tuvo 14 embarazos. De todos ellos salieron adelante 7, seis mujeres y un hombre. Isabel murió con 92 años. Ambos lograron construir una gran familia, donde la unión y la piña es la clave.

Isidro ha votado en Creofonte. Al entrar al colegio electoral todos han comenzado a abrazarlo, achucharlo, porque él es una gran institución en el pueblo: llevó la discoteca Kinea y Los Torreones, donde ponían el cine de verano.

El Beato depositó su voto y con ello dio sentido a la gran fiesta de la Democracia.