Por la mañana, los medios acogían debates en torno a los programas económicos que los partidos han publicado o adelantado. Vox acababa de dejar caer una serie de propuestas coordinadas por Rubén Manso. Y su contenido, de un liberal subido, iba desde una evidente reducción de la progresividad fiscal hasta el desmantelamiento parcial del sistema público de pensiones.. Ello provocó un inicial tiroteo en las redes. Pero pronto se apagó, porque la presunta humorada del PP con su inventada agencia «Falcon Viajes» desplazó el barullo hacia otra vertiente: la del show.

Debates sí... o no

No es fácil determinar si la aparente afición de la ciudadanía a los debates televisados tiene que ver con el deseo de conocer los planes específicos de los primeros candidatos... o con el morbo de contemplar cómo se despellejan entre ellos. En ese sentido, nadie duda de que Sánchez pretende que el encuentro del día 23 en Atresmedia acabe con un duelo bajo las cámaras de los tres tenores del conservadurismo más o menos extremado. Podría ser, porque ayer mismo PP y Vox andaban a la greña en Sevilla... ¡a cuenta de cual de los dos es más taurino!

De momento, sólo la malagueña

Congregación de Mena ha logrado poner de acuerdo a los líderes de PP, Cs y VOx, que han renunciado de manera unánime a ir a la procesión del Cristo de la Buena Muerte, a cantar con los legionarios y montar el numerito.

A cambio, Casado, que va como una moto, no dudó en subirse a la parra. Primero (en Oviedo) comparó su renovado partido con las dulces y bondadosas monjitas Clarisas; luego (en Santander) remató la jugada afirmando que las izquierdas tienn el complejo de «contentar a los delincuentes». Yendo más lejos, su padrino, Aznar, se despeinó en Barcelona calificando de «secesionista»... a Sanchez. Luego apareció Rivera (en Málaga) proclamando que el PP y su jefe «han tirado la toalla». Nadie lo hubiera dicho oyendo a Pablo y José María, mientras su fontanería montaba la coña marinera del «Falcon Viajes».

Momentos delirantes

¿Tanto ha abusado el actual presidente del avión cuyo uso le corresponde por razón de su cargo? Quienes están al tanto de las cosas de Moncloa creen que no. Pero las derechas han convertido este tema en uno de sus argumentos de choque. Llaman «Falconetti» a Sánchez y claman contra el hecho de que utilice el Falcon. Nadie se atacó tanto cuando era Rajoy quien se subía al aparato... si le parecía conveniente.

Para colmo, entre las fotos y los memes difundidos con tal motivo desde las juventudes del PP se deslizó una en la que aparecían las hijas del presidente del Gobierno, menores de edad. Denuncia del PSOE al canto y mentís de los conservadores: esa fotografía, juraron, no la habían colgado ellos, sino... otros.

Expectación en Covadonga, en una campaña donde la Historia y sus enfoques parecen ser cuestión fundamental. Abascal evocó todos los mitos del españolismo ultra. Si alguien le hubiese replicado que la invasión musulmana de España acabó con una aristocracia visigoda, que a su vez había invadido el país hispanorromano, y si se le hubiera argumentado que el islam se extendió gracias a la conversión masiva de muchos de esos hispanos romanizados... habría creido que le hablaban en marciano.

Y si don Pelayo, al que solo cabe imaginar como un germano de tomo y lomo, hubiese levantado la cabeza, ¿qué habría pensado al verse encarnado por un caballero con un aspecto físico tan... semita, y un aire tan inequívoco de ser descendiente de los pocos miles de omaníes que cruzaron el Estrecho camino del Guadalete.

En este plan, los más serios son los de Unidas Podemos. Denunciando el poder de las grandes empresas y prometiendo acabar con las cloacas del Estado. Eso sí es ser gente de orden.