El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, señaló ayer que el próximo 28 de abril se decide «si queremos mirar al futuro o volver 40 años atrás». Grande-Marlaska realizó estas manifestaciones en un acto de partido celebrado en Navalmoral de la Mata, en el que también participó el jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, y la alcaldesa socialista del municipio, Raquel Medina.

En su intervención, el ministro aseveró que el próximo domingo «habrá que elegir entre un Gobierno razonable, fiable, que mire al futuro y que siga mirando a la cara de la gente para ver lo que quieren y llevarlo a la cosa pública, u otro veleta que piense y actúe según el momento, que mire para atrás en blanco y negro y a épocas que no nos gustan nada».

El ministro recordó que se cumplían cien días desde la llegada de la derecha al Gobierno de Andalucía «y ellos dicen que el pacto con Vox va bien, pero lo que se ve son más recortes sociales, y más retroceso en las libertades. Por eso el 28-A nos jugamos mucho. Tenemos otra moción de censura, tenemos que hacer una moción a esa derecha, a la desigualdad, a la corrupción, a la crispación, y para que esas tres cabezas de la derecha sigan juntas pero en la oposición», defendió.

«El Gobierno de Pedro Sánchez y los socialistas lo que hacemos es fomentar la transparencia, la limpieza y la confianza en las instituciones, pero también lo que hacemos es orillar la crispación, porque somos convivencia, dialogo, acuerdo, consenso», subrayó.

En su intervención, Guillermo Fernández Vara afirmó que España necesita un proyecto de progreso a más largo plazo y el PSOE es quien puede protagonizarlo.

En referencia al primer debate televisivo emitido el lunes, Vara aseguró que le gustaron los cuatro líderes políticos, «uno estuvo muy bien como presidente y los otros tres como líderes de la oposición».

«La única esperanza de la derecha era que la central nuclear de Almaraz --ubicada en la provincia de Cáceres-- se cerrase para culparme, pero no esperaban que la vida de la central se prorrogase nueve años, una prórroga que nos da tiempo para comenzar a preparar proyectos para Campo Arañuelo», afirmó el presidente de la Junta de Extremadura.