El entorno municipal de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres) se decantó por el PSOE en estas elecciones generales, formación política que ganó en las nueve localidades que se sitúan en un radio de 10 kilómetros de la instalación energética.

El PSOE ha sido la fuerza más votada en los nueve municipios cacereños que pertenecen a la agrupación extremeña incluida en la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC): Almaraz, Belvis de Monroy, Casatejada, Higuera, Mesas de Ibor, Millanes, Romangordo, Saucedilla y Toril.

Todo un vuelco si se tiene en cuenta que en las elecciones generales de 2016, el PP fue la opción más votada en seis de los nueves municipios, pues el PSOE se impuso en Romangordo, Higuera y Casatejada.

El debate energético y la fecha de caducidad de la actividad de la central nuclear han estado muy presentes en la campaña electoral, si bien fue en las fechas anteriores a esta cuando los partidos políticos y la sociedad civil elevaron aún más sus posiciones.

Con la fecha del posible cierre de la dos unidades de la central nuclear (CNA) en el aire a principios de marzo, los trabajadores de esta instalación reiteraron su exigencia de que la prórroga de actividad fuera de diez años, una petición que fue respaldada por municipios, como el de Almaraz y la Plataforma Ciudadana VIDA.

En este marco, hasta el Senado aprobó una moción del PP en la que se instaba al Gobierno a prorrogar la vida útil de la central de Almaraz por diez años, así como poner en marcha un Plan Alternativo de Desarrollo Económico y Social para que, una vez se acometa el cierre, "genere el mismo nivel económico y de empleo".

Hubo manifestaciones y paros laborales. A su vez, las tres empresas propietarias de la central nuclear (Iberdrola, Endesa y Naturgy) no se ponían de acuerdo en el tiempo de la prórroga a solicitar o, lo que es lo mismo, la fecha del cierre.

En la arena política, todas las formaciones han coincidido en que el futuro cierre de Almaraz debe estar acompañado de "una transición económica y de empleo" para la comarca de Campo Arañuelo, pero han mantenido sus diferencias a la hora de fijar cómo y cuándo se acomete.

El PP extremeño siempre ha defendido la continuidad de la central más allá de cualquier "prorroguita", pues la Central Nuclear de Almaraz "no emite gases de efecto invernadero" y genera sinergia económica y de empleo. Además, el empleo que crean las instalaciones de energías renovables -alternativa a la nuclear- no sustituye al de las plantas nucleares.

A esta posición, en la que el PP acusó al PSOE de querer cerrar la planta, se sumó Ciudadanos (Cs), que mostró su apoyo a que Almaraz pudiera funcionar durante "el máximo tiempo posible", pero siempre remarcó su respeto a las decisiones empresariales y a buscar un plan alternativo.

El PSOE ha defendido siempre su apuesta por las renovables, pero también su idea de que sin esta alternativa no se podía cerrar Almaraz de un día para otro por la fuerte repercusión económica y de trabajo para la comarca. Podemos, aunque contrario a la energía nuclear, aboga por dar respuesta las necesidades de empleo de la comarca a través de renovables y de "otra industrialización".

En medio de ese debate, a finales de marzo hubo "fumata blanca" entre los propietarios de la planta, que acordaron solicitar la renovación del permiso de explotación de la Central Nuclear de Almaraz para seguir operando hasta 2028.

En concreto, pidieron la renovación del permiso de explotación para la Unidad I por un periodo de siete años y cuatro meses -cese de actividad en noviembre de 2027- y de ochos años y dos meses para la Unidad II (octubre 2028).