​Pedro Sánchez recula en la batalla de los debates electorales. Tras la oleada de críticas de la oposición y la fractura abierta en RTVE, el candidato socialista ha decidido ceder. Asistirá a las dos citas. El lunes 22 de abril irá a RTVE y el martes 23 a Atresmedia. El PSOE intenta así poner fin a una controversia que empantana una campaña que hasta esta polémica dominaba y que ahora, confían, se podrá reconducir sin que esta polémica afecte a la intención de voto que el partido encabeza en todas las encuestas.

El PSOE explica en un comunicado hecho público este viernes que Sánchez ha pedido a su comité electoral que "reconsidere" su posición y acepte las ofertas de las dos cadenas de televisión, ante "la posibilidad real de que no hubiera ningún debate". Aunque el candidato socialista considera "una anomalía" que se hagan los dos programas en días consecutivos y afirma que "no hay precedente alguno en la historia de las democracias occidentales", se aviene porque, dice, debe primar el acuerdo entre mayorías.

Sánchez gira en cuestión de horas. Este miércoles defendió en una entrevista en Ondacero que solo asistiría a un debate, en RTVE el martes y recomendó a sus adversarios que, si no querían asistir porque preferían acudir al programa en Atresmedia, que enviasen a sustitutos a confrontar con él. Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias se negaron a aceptar esta posición. Los líderes del PP y Ciudadanos mantuvieron su compromiso con la cadena privada. El jefe podemista insistió en que debía haber dos debates.

La guerra política deja heridas abiertas en RTVE, cuya dirección decidió posponer de lunes a martes la celebración del debate pocas horas después de que Sánchez expresara ese deseo. Los consejos de informativos de TVE, RNE y RTVE explicaron que "no comparten" esa decisión, reclamaron que se apueste por la "imparcialidad" y que primen los criterios periodísticos y profesionales. El cambio de fechas sirvió para que la oposición acusase al líder socialista de "instrumentalizar" la televisión pública.

La nueva decisión de Sánchez, de apostar ahora por el lunes, obligaría de nuevo a RTVE a cambiar sus previsiones. El ente deberá pronunciarse.

En contra de lo que expresaba hace solo unas horas, cuando defendía una única cita, el candidato socialista sostiene ahora que "será un honor" mantener dos debates que, entiende, ayudarán a movilizar a los indecisos.

Fuentes socialistas reconocen que han gestionado mal la negociación de los debates electorales. Aún así, confían en que la aceptación de ir a dos programas zanje la polémica que sacude la campaña. Sostienen que esta controversia, aunque es llamativa, no llega a arraigar en el electorado y no incide en la intención de voto, puesto que a la opinión pública le interesan otros asuntos que les afectan de pleno, como las pensiones o el salario mínimo.