Ataques a los "progres", a las "feminazis", a los ecologistas, a los periodistas que se dedican a "manipular" su mensaje, a la Junta Electoral Central y, cómo no, a los cuatro líderes políticios principales. Los dirigentes de Vox no dejaron títere con cabeza en el mitin de Las Rozas (Madrid). Siempre jaleados por las casi 5.000 personas que asistieron y que rompían en "vivas" cada vez que se escuchaba la palabra 'España'. El mensaje que lanzaron a los "progres", en momento con un cierto todo de amenaza, fue claro: "Por primera vez van a entrar en el Parlamento los legítimos representantes del pueblo español".

Mientras los candidatos de PP, PSOE, Podemos y Cs daban los últimos retoques a sus estrategias cara al debate de AtresMedia de este martes, Santiago Abascal saltó al ruedo para denunciar el contubernio de los cuatro principales partidos para silenciar a Vox y dejarle al margen de una batalla dialéctica que, por detrás reconocen, no les hubiera venido bien. "El éxito es que esta plaza está llena de sentido común mientras el plató de Antena3 está lleno de lugares comunes", sentenció tratando de alzarse con la victoria de un debate en el que no participó .

Por primera vez en campaña electoral estuvo acompañado por el pleno de la dirección de su partido: su número dos, Javier Ortega Smith; el vicesecretario de Relaciones Internacionales, Iván Espinosa de los Monteros -al que Abascal definió como "el mejor repartidor de zascas"-, y la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio -que se ha ganado el sobrenombre de "el azote de las feminazis".

El líder de ultraderecha dejó, primero, que sus compañeros calentaran el ambiente. Después puso en el punto de mira el debate organizado por AtresMedia. Entre otras muchas denuncias, reprochó que no se fuese a hablar de la protección de las fronteras, de la derogación de la ley de memoria histórica o de la aplicación de un 155 que permita disolver los Mossos d'Esquadra, intervenir TV3 y poner a los "partidos separatistas en la picota para ilegalizarlos". Estas últimas propuestas fueron recibidas al grito de "¡Puigdemont a prisión!".

"NO NOS REPRESENTAN"

Las palabras más gruesas fueron dirigidas a los cuatro candidatos. "No nos representaban las risitas nerviosas ni verlos caminar juntos tan alegres, ¿de qué se reían si ni siquiera se llevan bien?", ironizó Abascal sobre la llegada de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera al debate del día anterior en RTVE. Momentos más tarde, les acusó de ser la imagen de la "reunión de la traición, de la decepción, del márketing y del odio". Los terminó definiendo como "los cuatro jinetes del apocalipsis".

La Junta Electoral Central también recibió su dosis de protagonismo en el discurso de Abascal, que le recriminó ser "cómplice" de PSOE y PP en su intento por acallar a Vox y de no dar órdenes "a las delegaciones del Gobierno y estas a la policía para que esas manifestaciones violentas y amenazantes [ante los actos de Vox] sean disueltas a pelotazos". Apuntó que el objetivo de este "complot progre", como lo definió Espinosa de los Monteros, es intentar ocultar que el 28-A "va a pasar en España algo muy grande".