La sombra de la corrupción es alargada y también lo son los tiempos de la justicia lo que hace que el Partido Popular, especialmente el valenciano, afronte esta triple convocatoria electoral primaveral pendiente de los juzgados y con algunos de los que fueron sus principales referentes teniendo que declarar ante el juez.

El PPCV afrontó la convocatoria de 2011 con su cabeza de cartel, Francisco Camps, imputado en el ‘caso de los trajes’, del que fue absuelto posteriormente. Junto a él, una decena de investigados lograron acceder a los puestos a los que optaban. Cuatro años más tarde, llegó a las urnas pendiente del recurso ante el Tribunal Supremo del siete veces conseller Rafael Blasco, que poco después de que su partido perdiera la mayoría absoluta vio cómo era ratificada su condena por el primer juicio del llamado ‘caso cooperación’.

Este lunes, Blasco, el otrora todopoderoso jefe de las campañas electorales populares se ha vuelto a sentar en el banquillo para afrontar el segundo juicio por el supuesto saqueo de los fondos de cooperación, en este caso de unos cinco millones. Por el primero, cumplió tres años y medio de prisión y salió de Picassent con el tercer grado en enero,

Blasco ha entrado a la Ciudad de la Justicia entre los gritos de ‘ladrón’ de unos veinte manifestantes que reclamaban una condena ejemplar y la devolución del dinero. Ya en la sala, a petición de la mayoría de las defensas y de todas las acusaciones, se ha decidido volver al calendario original de mayo. El fiscal Jesús Carrasco, que ha retomado recientemente el caso, ha apuntado que “la faena que conlleva cumplir con estas exigencias es de negros, si se me permite la expresión”.

Unos y otros buscaban ganar tiempo para ultimar un acuerdo que tanto Blasco como el empresario César Augusto Tauroni han asegurado que tenían cerrado con el anterior fiscal. En principio, reconocerían el desvío de las ayudas a las oenegés y las destinadas a construir un hospital en Haití, que nunca se hizo, y aceptarían hacer frente a la responsabilidad civil, aunque había dudas con las propiedades con las que pretendían hacerlo.

El empresario (y presunto testaferro) asumiría el enriquecimiento personal y Blasco vería sensiblemente reducido el tiempo que debería regresar a prisión, pues de la petición de dieciséis años puede acabar en dos.

COTINO Y CAMPS

El inicio efectivo de este segundo caso Cooperación coincidirá con las declaraciones de los investigados en la causa que estudia posibles irregularidades en la visita del Papa a Valencia en 2006. Las abrirá, ya con la campaña de las elecciones del 26 de mayo en marcha, el día 14 de ese mes el exconseller y expresident de Les Corts Juan Cotino. Eso sí, se ha establecido que el expresident Francisco Camps no tenga que declarar hasta pasada la cita con las urnas, concretamente diez días después, el 5 de junio. De nuevo la sombra de la corrupción se cuela en la campaña del PP.