«Miedo ninguno. Daño ninguno». Dicen para tranquilizarse a ellos mismos. Se bajaran dos opciones: la primera es que a la izquierda le den los números para gobernar; la segunda es que las tres derechas sumen y se pueda repetir el modelo andaluz. Se agarran a ese último escenario para convencerse de que no será para tanto la pérdida de votantes que se están marchando a Vox, a pesar de que la representatividad de su partido bajará. Con esa realidad y esas cuentas en la cabeza han trabajado a contrarreloj en la campaña que ya termina y que ha sido intensa para lograr atrapar a los indecisos hasta el último momento. Alberto Casero y Víctor Píriz son los candidatos en primera línea del PP al Congreso de los Diputados. El primero por Cáceres, el segundo por Badajoz.

Casero ha sumado dos mayorías absolutas como alcalde de Trujillo (una labor que ahora deja); mientras que Píriz ya ha ocupado escaño en Madrid durante gran parte de la pasada legislatura (entró tras el fallecimiento de Alejandro Ramírez del Molino).

Los elegidos...

Ambos apoyaron a Pablo Casado durante el proceso de primarias del partido; son personas de la estrecha confianza del líder nacional. De hecho, en el caso de Alberto Casero, su nombramiento como número de uno al Congreso se hizo después de que se filtrara que sería Fernando Manzano (expresidente de la Asamblea de Extremadura durante el mandato de José Antonio Monago) quien ocuparía ese puesto. Decisiones de última hora que vinieron directamente desde Madrid. «Yo no conozco otra lista que no fuera la definitiva. No sé si Casero es el hombre de Casado, pero tengo claro que es el mejor candidato que podíamos llevar por la provincia de Cáceres. Además tiene lo más importante de un político: es muy buena persona», dice Píriz en defensa de su compañero, al que llama hermano y con quien intercambia complicidad. «Y en mi caso, he de decir que he hecho un trabajo muy bueno como diputado estos tres años», añade. Especialmente con la defensa del tren extremeño.

¿Provocó convulsión interna la composición de las listas? ¿Se ha cuestionado el poder de Monago? Lo niegan rotundamente. «Pudo haber habido interés de algunas personas de ir o no ir (se refiere a la lista), y que uno de los nombres que podían estar encima de la mesa fuera ese (lo dice por Manzano). Pero nosotros somos del equipo de José Antonio Monago», manifiesta Casero.

Las influencias

Sobre el panorama político actual y los partidos emergentes, surge la pregunta inevitable: ¿Cuánto ha cambiado Vox al PP? En la respuesta, automáticamente, hablan de la caza y los toros y acusan a los medios de comunicación -aunque después lo suavizan- de crear foros de discusión que no deberían existir. «La caza y la tauromaquia no ha sido nunca objeto de debate como ahora. Y no es porque el PP no lo haya defendido o no sea una bandera fundamental para nosotros, sino porque entendíamos que había otras prioridades; lo primordial era sacar al país de la crisis, que la gente no podía pagar la factura de la luz», expresa Casero. Y recuerda que fue el PP quien declaró los toros patrimonio cultural para que no pudieran ser prohibidos.

«El país -continúa- tiene un sector de gente cabreada, pero la mayoría de España no creo que esté en posiciones extremas». Y prosigue como argumento: «Ahora tenemos la victoria de un cómico en las elecciones de Ucrania. La antipolítica, decir cosas fáciles para solucionar problemas difíciles está de moda, pero confío en que la gente vote con la cabeza».

Píriz apunta: «Nosotros nos miramos a nosotros mismos. Hemos enamorado a los votantes con nuestras propuestas. Somos el centro-derecha, sin complejos, porque ahora parece que hay que esconder la ideología que tienes». Y continua sobre si Vox les influye: «Yo no creo en proyectos que se diluyen como un azucarillo, creo en proyectos sólidos, con la solvencia y la experiencia que dan 15 años de gobierno».

La familia

Hablan de los toros y la caza, pero también de la defensa de la familia. Aparece el tema del aborto y Casero considera que es otro empeño de los medios de comunicación en crear debates donde realmente no los hay, porque, asegura, «es un tema que está superado desde los años 80». Píriz apostilla: «Ahora se habla de unos asuntos que antes no porque estábamos en salvar el país, en lo importante, en las cosas de comer...».

Pero lo cierto es que fue precisamente su líder Pablo Casado quien puso el asunto y la polémica encima de la mesa. Ha querido cambiar la actual ley por la de 1985. Y por citar solo un ejemplo, hace dos meses lanzó: «Si queremos financiar las pensiones debemos pensar en cómo tener más niños, no en abortar».

También ayudaron las recientes polémicas declaraciones de Adolfo Suárez Illana, quien aseguró que Nueva York acababa de aprobar una supuesta ley que permitía «el aborto después del nacimiento». No le quedó más remedio que rectificar y reconocer que esa realidad no existía. Lo que dice la nueva normativa neoyorkina es que se permite tras la semana 24 si el feto no es viable o corre peligro la vida de la mujer.

¿Qué piensan ellos del aborto? Simplemente dicen que quieren una ley de maternidad que ayude a la mujer que quiera ser madre. ¿Eliminar la actual? Se remiten a la respuesta anterior.

La despoblación

«Los pueblos que se mueren en Extremadura porque los jóvenes se tiene que ir, eso es lo importante». De ese tema quieren ellos que se hable; es lo que consideran prioridad número uno y lo que creen que deben llevar a Madrid en su papel de diputados extremeños. «A España la han salvado los últimos años la inmigración, lo digo frente a esos que denotan tanto el tema», subraya Alberto Casero. «La inmigración regular», aclara. Lo expresa como un guiño social, pero eludiendo hablar de la inmigración irregular.

Y dicen que ya no hablan del tren porque consideran que, gobierne quien gobierne tras el 28 de abril, la alta velocidad llegará a Extremadura porque los plazos y los presupuestos ya están comprometidos.

Hablando del AVE, deben responder a otro charco en el que se metió su líder cuando estuvo de visita en Mérida. Dijo literalmente: «Por lo menos vamos a suprimir las paradas. Que pare sólo en Talavera y en Mérida. Cuatro horas y treinta, creo que eso acortaría», lo que provocó la indignación en Cáceres.

Responde primero Víctor Píriz: «La posición de Pablo está clara. Él quiere un tren que tenga todas sus paradas en Extremadura. ¿La indignación en Cáceres viene un mes después porque los socialistas sacan ahora el vídeo? El PSOE no me va a venir a dar lecciones de nada». «Pero si el plan del AVE está ya hecho, es un debate absurdo», replica Casero. Cuando se le insiste en que las declaraciones son reales, contesta: «Ya se podían haber manifestado en Madrid por un tren digno con Pedro Sánchez en el gobierno, y no lo hicieron».

¿Expectativas?

Hasta ahí las polémicas, los temas que se consideran relevantes para la región y la dificultad de arañar votos con una derecha dividida. ¿Expectativas de cara a las elecciones? «Salimos a ganar, estamos convencidos». En las pasadas elecciones el PP obtuvo cinco diputados, tres por la provincia de Badajoz y dos por la de Cáceres. Aspiran a conservar lo que tienen, aunque las encuestas dibujan otro panorama.

¿Que si les parecería bien un pacto con Vox, como ya ha defendido Monago? «No es nuestra decisión», responden. Pero Casero añade: «Lo que ha sucedido en Andalucía es una absoluta normalidad democrática».